Barack Obama: los verdaderos problemas empiezan ahora
Hillary es una amiga, señalaba John McCain, candidato republicano. Su tenacidad y coraje han sido ignorados por la prensa. Obviamente, es un ataque indirecto a Obama, que en verdad perdió siete de trece internas abiertas.
5 junio, 2008
<p>Esta última frase le fue susurrada a McCain por Karl Rove, el predicador fundamentalista, en una reunión celebrada este miércoles. Como es común en estos evangelistas electrónicos, Rove –dirigió las dos campañas electorales de George W.Bush- es hábil en materia de esmerilar y desprestigiar oponentes. En particular si son mulatos de escasa experiencia.</p>
<p>Por supuesto, si Obama eligiese a Hillary Rodham Clinton como candidata a vicepresidente, McCain cambiaria de libreto. Entretanto, muchas encuestas ubican al republicano incómodamente cerca del demócrata en intención general de voto (once puntos). Su aceptación entre independientes cedió de 63 a 49% en cuatro meses, debido al peso del factor racial.</p>
<p>Desde abril, por otra parte, Obama ha estado cortejando a la clase media baja y la baja, pues ahí es donde Hillary tenía más apoyo. Pero, a medida como se desciende en la escala social, más pesa el componente racial: los blancos pobres discriminan contra negros y mestizos (o sea, hispanos), que compiten por puestos laborales.</p>
<p>Por otra parte, los estamentos bajos y de pueblo chico –el “cinturón bíblico” del medio oeste- son más sensibles a la religiosidad de pacotilla que les venden diversas sectas. Lo mismo sucede, en Latinoamérica, con pentecostales y similares. Sólo que sin componentes electorales (todavía) al estilo de Estados Unidos o, en el otro extremo, Guyana.</p>
<p>Otro factor es la política bélica de Bush. Por un lado, varios sondeos indican que el público está de acuerdo con la postura de Obama contra las guerras en Irak y Afganistán. Se las considera aventuras perdidas. Pero, si ambos conflictos debieran seguir, sube el apoyo a McCain. Eso explica que, desde abril, venga señalando que se precisan varios años para retirarse.</p>
<p>“El equipo de Obama está demasiado persuadido –apunta Peter Hart, experto en compulsas de opinión- de que McCain será una continuación de Bush. Pero el republicano exhibe una gama de temas, desde la tortura en instalaciones militares o el efecto invernadero hasta el gasto público o los beneficios impositivos a los ricos, donde como senado ha votado contra la Casa Blanca. El verdadero problema de McCain es que, tras ocho años de gobierno, su partido es inepto y sus estrategas sólo son buenos para lanzar campañas sucias”. Buena parte de la culpa es de quien ha estado manejando a Bush: el vicepresidente Richard Cheney, quizás el mejor discípulo de Richard Nixon en intrigas palaciegas, pero no en alta política (esa función la cumplía Henry Kissinger).</p>
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