sábado, 7 de diciembre de 2024

Banqueros respaldan a De la Rúa

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Escasany defendió el ajuste y afirmó que el país avanza por el camino correcto. El Presidente señaló la necesidad de elaborar una nueva ley de coparticipación federal.

Tal como lo había hecho el viernes pasado ante cerca de 200 empresarios y ejecutivos del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (Idea), el presidente Fernando de la Rúa exhortó ayer (lunes 26) a los banqueros a “poner confianza” y “derrotar al pesimismo”.

La diferencia con aquella oportunidad es que, esta vez, el presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Eduardo Escasany, respondió con un discurso de categórico apoyo a la gestión del gobierno.

Ante más de 1.000 asistentes a la jornada inaugural de la convención anual de ABA, Escasany dijo que los banqueros comparten la preocupación por eliminar el déficit fiscal y que las medidas adoptadas por el gobierno demostraron valentía y desapego por las actitudes demagógicas.

Según el banquero, el país avanza por el camino correcto y muy pronto se advertirán mayor crecimiento, aumento del empleo y bienestar generalizado.

El presidente de ABA aseguró que el sector financiero considera positivas las reformas laboral y tributaria, la desregulación de las obras sociales y los acuerdos fiscales para limitar el gasto en las provincias y los municipios.

Escasany reclamó que se reduzca el nivel de endeudamiento, que se insista en la transparencia institucional y que se contribuya a tornar más eficiente a la Justicia.

El banquero criticó indirectamente al ex presidente Carlos Menem, al señalar que el avance logrado en la incorporación de la Argentina a la economía mundial se realizó de manera deficiente en materia de transparencia y de solidaridad social.

En tanto, De la Rúa ratificó en su discurso que es “objetivo de la Nación” alcanzar la nota de grado de inversión (investment grade) que permitiría al país ahorrar US$ 3.500 millones anuales en concepto de intereses por la deuda externa.

El Presidente ratificó, además, la necesidad de elaborar una nueva ley de coparticipación federal que establezca “reglas claras de responsabilidad fiscal”.

“Tanto daño hace el déficit del presupuesto nacional como el de los presupuestos provinciales”, dijo De la Rúa, quien se manifestó partidario de crear un organismo fiscalizador para controlar los gastos de los estados federados, aunque, aclaró, respetando la autonomía de ellos.

Por otra parte, volvió a criticar a los senadores justicialistas que, a su juicio, hicieron “un daño al país” al dar media sanción a un proyecto de ley que propicia derogar los decretos mediante los cuales el Poder Ejecutivo dispuso el ajuste del sector público.

De la Rúa dijo también que su gobierno espera contar con “un empresariado eficiente y competitivo” que apuntale el camino del crecimiento.

Finalmente sostuvo que “la presencia de bancos nacionales es importante, pero deben desarrollarse a la par de sus competidores”.

Tal como lo había hecho el viernes pasado ante cerca de 200 empresarios y ejecutivos del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (Idea), el presidente Fernando de la Rúa exhortó ayer (lunes 26) a los banqueros a “poner confianza” y “derrotar al pesimismo”.

La diferencia con aquella oportunidad es que, esta vez, el presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Eduardo Escasany, respondió con un discurso de categórico apoyo a la gestión del gobierno.

Ante más de 1.000 asistentes a la jornada inaugural de la convención anual de ABA, Escasany dijo que los banqueros comparten la preocupación por eliminar el déficit fiscal y que las medidas adoptadas por el gobierno demostraron valentía y desapego por las actitudes demagógicas.

Según el banquero, el país avanza por el camino correcto y muy pronto se advertirán mayor crecimiento, aumento del empleo y bienestar generalizado.

El presidente de ABA aseguró que el sector financiero considera positivas las reformas laboral y tributaria, la desregulación de las obras sociales y los acuerdos fiscales para limitar el gasto en las provincias y los municipios.

Escasany reclamó que se reduzca el nivel de endeudamiento, que se insista en la transparencia institucional y que se contribuya a tornar más eficiente a la Justicia.

El banquero criticó indirectamente al ex presidente Carlos Menem, al señalar que el avance logrado en la incorporación de la Argentina a la economía mundial se realizó de manera deficiente en materia de transparencia y de solidaridad social.

En tanto, De la Rúa ratificó en su discurso que es “objetivo de la Nación” alcanzar la nota de grado de inversión (investment grade) que permitiría al país ahorrar US$ 3.500 millones anuales en concepto de intereses por la deuda externa.

El Presidente ratificó, además, la necesidad de elaborar una nueva ley de coparticipación federal que establezca “reglas claras de responsabilidad fiscal”.

“Tanto daño hace el déficit del presupuesto nacional como el de los presupuestos provinciales”, dijo De la Rúa, quien se manifestó partidario de crear un organismo fiscalizador para controlar los gastos de los estados federados, aunque, aclaró, respetando la autonomía de ellos.

Por otra parte, volvió a criticar a los senadores justicialistas que, a su juicio, hicieron “un daño al país” al dar media sanción a un proyecto de ley que propicia derogar los decretos mediante los cuales el Poder Ejecutivo dispuso el ajuste del sector público.

De la Rúa dijo también que su gobierno espera contar con “un empresariado eficiente y competitivo” que apuntale el camino del crecimiento.

Finalmente sostuvo que “la presencia de bancos nacionales es importante, pero deben desarrollarse a la par de sus competidores”.

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