viernes, 27 de diciembre de 2024

Banco Mundial: Unos quieren poner a Fiorina y otros a Wolfowitz

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En un “lobby” de medios, los sitios del New York Times y el Financial Times dicen que la ex jefa de Hewlett-Packard podría reemplazar a James Wolfensohn en el BIRF. Los ultraconservadores tienen peor candidato: Paul Wolfowitz.

Al parecer, la “candidatura” de Carleton Fiorina surgió desde Londres, para frenar una movida en favor de Paul Wolfowitz, subsecretario de Defensa y uno de los ideólogos del “milenio norteamericano”. Por supuesto, su pase al Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (Banco Mundial) significaría entregarlo a los designios imperiales del grupo en torno de Richard Cheney (vicepresidente), Donald Rumsfeld (Defensa) y otros halcones. No es casual que Wolfowitz sea apoyado por el Washington Star, vocero de la secta Moon.

Pero Fiorina viene de un sonado fracaso y su trayectoria no tiene nada que ver con las actividades del BIRF, particularmente en el plano social o el desarrollo de economías retrasadas. Por supuesto, medios locales opuestos a Néstor Kirchner apuestan por Fiorina, como presunta “enemiga” del presidente argentino.

No obstante, las relaciones financieras del país pasan más por el Fondo Monetario que por el BM. Además, los ideólogos de George W. Bush vienen presionando desde hace tiempo por la eliminación del BIRF y el FMI, que han sobrevivido al colapso de Bretton Woods (1971). Eso no encajaría con el nombramiento de Wolfowitz, salvo como liquidador.

Todo empezó al trascender que el candidato in pectore de la Casa Blanca, Robert Zoellick (representante comercial volante), podría pasar a subsecretario de Estado, a pedido de Condoleezza Rice. Pero queda John Taylor (actual subsecretario de Hacienda, muy allegado a la Argentina), cuya experiencia tiene muchísimo más que ver con el BM que la de Fiorina. Algunos se juegan por Randall Tobias, ex director ejecutivo de Eli Lilly.

Al parecer, la “candidatura” de Carleton Fiorina surgió desde Londres, para frenar una movida en favor de Paul Wolfowitz, subsecretario de Defensa y uno de los ideólogos del “milenio norteamericano”. Por supuesto, su pase al Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (Banco Mundial) significaría entregarlo a los designios imperiales del grupo en torno de Richard Cheney (vicepresidente), Donald Rumsfeld (Defensa) y otros halcones. No es casual que Wolfowitz sea apoyado por el Washington Star, vocero de la secta Moon.

Pero Fiorina viene de un sonado fracaso y su trayectoria no tiene nada que ver con las actividades del BIRF, particularmente en el plano social o el desarrollo de economías retrasadas. Por supuesto, medios locales opuestos a Néstor Kirchner apuestan por Fiorina, como presunta “enemiga” del presidente argentino.

No obstante, las relaciones financieras del país pasan más por el Fondo Monetario que por el BM. Además, los ideólogos de George W. Bush vienen presionando desde hace tiempo por la eliminación del BIRF y el FMI, que han sobrevivido al colapso de Bretton Woods (1971). Eso no encajaría con el nombramiento de Wolfowitz, salvo como liquidador.

Todo empezó al trascender que el candidato in pectore de la Casa Blanca, Robert Zoellick (representante comercial volante), podría pasar a subsecretario de Estado, a pedido de Condoleezza Rice. Pero queda John Taylor (actual subsecretario de Hacienda, muy allegado a la Argentina), cuya experiencia tiene muchísimo más que ver con el BM que la de Fiorina. Algunos se juegan por Randall Tobias, ex director ejecutivo de Eli Lilly.

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