El Primer Ministro Israelí Benjamín Netanyahu está de visita en la Argentina. Se trata de la primera visita de un Premier israelí al país. Con un PBI (según el FMI) de US$ 327.000 millones (este año crece 3%, y el año anterior lo hizo en 2,8%, mientras en 2015 creció 2,5%) Israel cuenta con un PBI pe cápita de US$ 37.778.
Su tasa de inflación es solo 0,8%, su tasa de desempleo de 5,2% y su economía está fuertemente basada en el conocimiento, tecnología e innovación. Las principales empresas israelies son Teva Pharmaceutical, Bank Hapoalim, Bank Leumi, Check Point Software, Mizrahi Tefahot Bank, Israel Discount Bank, Israel Corp, Delek Group, Migdal Insurance, FIBI Holdings.
Israel es una economía de extraordinario potencial para un desarrollo de relaciones bilaterales más intensas por diversos motivos (según lo afirma Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI en su último informe) lo que le confiere a la visita de Netanyahu una relevancia estratégica especial.
La relación bilateral
La relación económica de Israel con Argentina, actualmente, es menor de lo que era esperable. Las exportaciones argentinas a Israel en 2016 fueron solo de US$ 196 millones. En el primer semestre de 2017 llegaron a US$ 89 millones.
Mientras, las importaciones desde Israel fueron en 2016 de US$ 117 millones y llegan en el primer semestre de 2017 a US$ 57 millones.
La relación comercial bilateral fue en 2016 favorable a Argentina en US$ 78 millones y en el primer semestre de 2017 lo está siendo en US$ 32 millones (superávit).
Pero Argentina exportó mayores sumas en tiempos de más dinamismo comercial exportador (US$ 223 millones en 2010 y US$ 232 millones en 2011).
Israel es un país con propensión a la adquisición de productos importados. Las importaciones de Israel representan 27,5% de su PBI (porcentaje que más que duplica el que representan las importaciones en el PBI argentino –un 13,5% sumando bienes y servicios- y que es similar al de otras economías muy relacionadas con el mundo como Italia, Turquía o Chile). Por ello puede afirmarse que se trata de un país con propensión a adquirir bienes desde el exterior y que es una economía de oportunidades.
La complementariedad entre las economías de Argentina e Israel (Israel genera tecnología, y Argentina alimentos o minerales; Israel tiene gran desarrollo en empresas que pueden participar en emprendimientos relativos a infraestructura o actividades públicas y Argentina está ofreciendo participaciones a empresas en proyectos vía PPP), la escala accesible para una economía como la argentina (preeminentemente de pymes) y las buenas relaciones bilaterales actuales permiten augurar mejores tiempos para un vínculo bilateral que tiene mucho por crecer a la luz del potencial.
Además, Israel es incluido por la ONU como uno de los países de altos ingresos (“high income“). Israel es el 23er país del mundo por su ingreso per cápitay supera en ello a países como Italia, Japón, Reino Unido, Francia, Corea del Sur o España (Argentina, con US$ 14.250, es el 55vo país del mundo según el ingreso per cápita).
Esto implica que se trata de un mercado con relevante capacidad de comprar productos en base a diferenciación y calidad y no de alta dependencia para ello de costos/precios en la oferta (es un país con un índice de apertura que duplica al argentino), lo que aparece favorable para el tipo de oferta potencial local.
Además, Israel es un potencial relevante mayor cliente para Argentina, porque importa por alrededor de US$ 90.000 millones anuales en bienes y servicios desde diversos orígenes (supera en más del 50% lo que importa Argentina desde todo el mundo), y esas importaciones han crecido a una tasa promedio anual de 1,5% desde hace 5 años, (en 2010 importaba menos de US$ 55.000 millones).
Israel importa desde todo el mundo especialmente diamantes, automotores, metales, plásticos, y en alguna menor medida productos para medicina, alimentos, tabaco e indumentaria.
Argentina exporta a Israel cereales, pescados, carnes y aceites (pero en niveles que no son altos), mientras importa desde Israel químicos, máquinas y aparatos eléctricos y mecánicos.
Pero lo relevante es que las importaciones israelíes son dinámicas y están en ascenso.
El Mercosur e Israel firmaron en 2005 un acuerdo marco bilateral para la mejora del comercio y luego un Tratado de Libre Comercio (de los pocos que ha firmado el Mercosur con países que no son de la región) en diciembre de 2010.
Pero más allá del comercio, debe decirse además que Israel está incrementando nuevamente (luego de una baja tras la crisis financiera internacional) sus inversiones en el exterior (lo hizo en US$ 12.500 millones en 2016).
Israel es por lejos el principal inversor en el extranjero de Medio Oriente. Esta región en total (y sumando las inversiones en el exterior de todos los países de ella) invirtió en 2016 la suma de US$ 29.168 millones (según el banco Mundial).
