<p>Las duras críticas salieron, horas antes de iniciarse la cumbre del grupo de los 20, en el semanario Stern. Al mismo tiempo, Dominique Strauss-Kahn, director gerente del Fondo Monetario Internacional, difundía un informe previo más bien cauto. “La crisis aún no termina –señaló en Nueva York-, pues el desempleo constituye un severo riesgo social y político”.<br />
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Entre las acusaciones de Steinbrück a Brown y Melvin King (banco de Inglaterrra), algunas podrían caberle a Benjamin Bernanke (Reserva Federal). Por ejemplo, “trabas para regular mejor los derivativos, o sea los fondos de cobertura, y limitar las escandalosas remuneraciones a operadores financieros”.<br />
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En este plano, el ministro alemán se limitó a reiterar dichos del francés Nicolas Sarkozy y de Angela Merkel misma. Se trata de cargos hasta no hace mucho inimaginables en ese nivel político, que pueden cambiar los ejes de la reunión que se abría en Pittsburgh, Estados Unidos.<br />
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Hasta el momento, empero, los “heterodoxos” del grupo se centran en temas económicos, sociales y ecológicos, o sea los subrayados en la ONU por Barack Obama. A su vez, el núcleo activista del grupo -Brasil, Rusia, India, China- busca replantear el papel del dólar como divisa de reserva. Naturalmente, eso involucra el futuro del propio FMI, todavía en manos (pese a Strauss-Kahn) de una tecnocracia ligada a grandes bancos privados anglosajones y holandeses. Vale decir, los mismos que sindica Alemania.<br />
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Quizá para aliviar tensiones, Christine Lagarde –ministra francesa de hacienda- aclaró que “tenemos las mismas prioridades de Obama, Merkel y los principales países emergentes. Pero en otro orden, especialmente por el peso del desempleo en la Unión Europea”. Sea como fuere, el papel elegido por Gran Bretaña, como abogada del diablo a favor de la especulación financiera, compromete más al tambaleante gobierno laborista. <br />
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Ataca Berlín a Londres por sus lazos con la especulación
En la City existe claramente un cabildeo que defiende intereses creados, privilegios y ventajas, sostuvo Peer Steinbrück, ministro alemán de hacienda. El primer ministro Gordon Brown y sus antecesores tutelan la bolsa londinense.