Argentina estatiza parcialmente la jubilación privada y algunos opositores hablan de saqueo

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En realidad, el régimen se impuso sin consultar al público en 1993/4. Obra de Domingo F. Cavallo y otros tres ministros, se solventó inicialmente con US$ 4.300 millones de las cajas. En 2001, el mismo Cavallo obliga a las AFJP a comprar letras.

Esos papeles se convirtieron en chatarra por el cese selectivo de pagos declarado en 2002. Ahora, similar destino les cabe a raíz de la crisis financiera originada en las mayores economías occidentales, cuyos cimbronazos en el resto del mundo varían en alcances país por país. En Argentina, golpean un sistema de génesis polémica y poco transparente. Por otra parte, las AFJP afirman contar con casi cuatro millones de “clientes”, pero tienen una proporción de aportantes (37%) inferior al sistema de reparto.
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<p>En febrero de 2007, el gobierno hace algo l&oacute;gico: por ley 26222, instaura la libre opci&oacute;n y permite volver al sistema estatal. En verdad, desde la crisis de 2001/2, sus adherentes han visto esfumarse la rentabilidad (no as&iacute; sus gestores). Por supuesto, una causa fue el colapso de la convertibilidad uno a uno, que arranca de 1996 y deriva de un creciente d&eacute;ficit fiscal, ocultado por Cavallo y Roque Fern&aacute;ndez con anuencia del Fondo Monetario. </p>
<p>El mismo ministro, en su segunda y breve tenida, forz&oacute; las AFJP a comprar letras para paliar el d&eacute;ficit fiscal. Lo mismo que la oposici&oacute;n y los medios allegados a la peque&ntilde;a bolsa local califican hoy de saqueo. La reacci&oacute;n es similar a la de los republicanos que, en Estados Unidos, tachan el rescate financiero con dineros p&uacute;blicos de &ldquo;socialismo&rdquo;. En Buenos Aires se habla de &ldquo;golpe de gracia&rdquo;, pero hace mucho que el mercado accionario se ha contra&iacute;do al extremo. </p>
<p>Aun admitiendo que el sistema de capitalizaci&oacute;n haya tenido un rinde superior a 84,5%, eso ocurri&oacute; en el loco 2002 y no benefici&oacute; a los aportantes sino a los administradores. Su contrapartida, -2,2% el mes pasado refleja algo generalmente soslayado: en 2002, el sistema era joven y sus aportantes distaban de la edad jubilatoria (salvo un peque&ntilde;o grupo bien relacionado con alguna AFJP). Ahora empiezan a retirarse y descubren que esos ahorros se han licuado. </p>
<p>Aun si fuese cierto que el m&oacute;vil del gobierno es desviar parte de los fondos acumulados al pago de la deuda externa, no queda claro si esos $ 95.000 millones nominales son reales. Igual pasa con una recaudaci&oacute;n anual estimada en $ 15.000 millones. Sin esperar el proyecto ni el debate parlamentario, dirigentes radicales, socialdem&oacute;cratas (ARI) y hasta izquierdistas han salido con argumentos similares a los de la oposici&oacute;n conservadora. En un punto tienen raz&oacute;n: movilidad jubilatoria y estatizaci&oacute;n parcial del sistema privado ser&aacute;n armas electorales formidables en 2009. </p>

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