Antrax: creen que fue un atentado
Hugo Ropero, un argentino que trabajaba en la editorial norteamericana donde se produjeron las infecciones, advirtió que sus ex compañeros habrían sido víctimas de actos terroristas.
(NA). – El fotógrafo argentino Hugo Ropero afirmó esta mañana (martes 9) que no tiene “ninguna duda” que los dos ex compañeros suyos de una editorial de Miami que contrajeron ántrax fueron víctimas de un “ataque terrorista”.
Ropero trabajó hasta hace 15 días en la editorial periodística American Media, donde dos personas se infectaron con la temible bacteria Bacillus anthracis.
Una de ellas, Robert Stevens, de 63 años, falleció el viernes pasado, en tanto que Ernesto blanco, de 73, se encuentra internado.
Ropero, en declaraciones a Radio América formuladas esta mañana, indicó que “toda persona que haya estado en el edificio por más de una hora desde el primero de agosto pasado tiene que concurrir a un edificio del gobierno para hacerse un estudio”, que consiste en la colocación de un hisopo en la nariz y en la toma de una muestra de sangre. Además, indicó que “preventivamente tengo que tomar unos antibióticos durante 60 días”.
El fotógrafo argentino indicó que estuvo trabajando seis meses en un proyecto de revista deportiva de esa editorial, “que se interrumpió por unos meses por los ataques del 11 de septiembre, que enfriaron la economía”.
Sobre la forma en que se produjo la contaminación, Ropero indicó que entre la numerosa correspondencia que se recibe en la editorial hubo un sobre que llamó la atención de Stevens, quien “dijo que era raro, porque tenía un polvo blanco. Era una carta de un presunto admirador de Jeniffer López, en la cual había aparte una carta para ella y un dije con una estrella de David”.
Ropero dijo luego no tener “ninguna duda” de que se trata de un atentado, porque “el último caso de ántrax fue hace 20 años en California, y de repente ahora que estamos en una guerra y aparecen dos personas contaminadas en un mismo lugar”.
Además, indicó que la editorial se encuentra “en un barrio privado, prácticamente inaccesible” para cualquiera que no trabaje allí.
Finalmente, admitió que en Estados Unidos “la gente está sensibilizada” ante la posibilidad de nuevos actos terroristas, y por la incertidumbre que genera no saber qué forma puede adquirir un eventual nuevo ataque.
(NA). – El fotógrafo argentino Hugo Ropero afirmó esta mañana (martes 9) que no tiene “ninguna duda” que los dos ex compañeros suyos de una editorial de Miami que contrajeron ántrax fueron víctimas de un “ataque terrorista”.
Ropero trabajó hasta hace 15 días en la editorial periodística American Media, donde dos personas se infectaron con la temible bacteria Bacillus anthracis.
Una de ellas, Robert Stevens, de 63 años, falleció el viernes pasado, en tanto que Ernesto blanco, de 73, se encuentra internado.
Ropero, en declaraciones a Radio América formuladas esta mañana, indicó que “toda persona que haya estado en el edificio por más de una hora desde el primero de agosto pasado tiene que concurrir a un edificio del gobierno para hacerse un estudio”, que consiste en la colocación de un hisopo en la nariz y en la toma de una muestra de sangre. Además, indicó que “preventivamente tengo que tomar unos antibióticos durante 60 días”.
El fotógrafo argentino indicó que estuvo trabajando seis meses en un proyecto de revista deportiva de esa editorial, “que se interrumpió por unos meses por los ataques del 11 de septiembre, que enfriaron la economía”.
Sobre la forma en que se produjo la contaminación, Ropero indicó que entre la numerosa correspondencia que se recibe en la editorial hubo un sobre que llamó la atención de Stevens, quien “dijo que era raro, porque tenía un polvo blanco. Era una carta de un presunto admirador de Jeniffer López, en la cual había aparte una carta para ella y un dije con una estrella de David”.
Ropero dijo luego no tener “ninguna duda” de que se trata de un atentado, porque “el último caso de ántrax fue hace 20 años en California, y de repente ahora que estamos en una guerra y aparecen dos personas contaminadas en un mismo lugar”.
Además, indicó que la editorial se encuentra “en un barrio privado, prácticamente inaccesible” para cualquiera que no trabaje allí.
Finalmente, admitió que en Estados Unidos “la gente está sensibilizada” ante la posibilidad de nuevos actos terroristas, y por la incertidumbre que genera no saber qué forma puede adquirir un eventual nuevo ataque.
