<p>Desde que estalló la eurocrisis, se consideraba a Alemania como el refugio por antonomasia en tiempos revueltos. Pero el miércoles tocó a Berlín sufrir los efectivos negativos de un desplome en los mercados. Así lo señala el fracaso de una colocación de títulos soberanos a corto y mediano plazos hasta el martes, verdaderos intocables.<br />
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Analistas y operadores calificaron la subasta de “desastre en toda la línea” y advirtieron sobre el clima de creciente desconfianza imperante dentro y fuera del país clave para la Eurozona. “Resulta muy inquietante que esta economía se haya contagiado del resto. Lo vemos como signo negativo para todo el conjunto”, subrayaba el Financial Times Deutschland el jueves.<br />
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La oficina federal de información financiera confirmó que la subasta, cuyo fin era recaudar € 6.000 millones, obtuvo una demanda de apenas 60%, es decir € 3.898 millones. El rinde promedio cedió de 2,09% anual (en octubre) a 1,98%. “Esto es terrible”, afirmaba Marc Oswald (Monument Securities). “Si los alemanes logran un cobertura de apenas 0,85% de ventas ¿qué les queda al resto de la Eurozona y la Unión Europea? Es la peor colocación que haya visto en mucho tiempo y acható el euro a US$ 1,335”.<br />
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En otras palabras, inversores y especuladores temen que la propia Eurozona esté perdiendo la lucha contra la crisis de deudas soberanas. El fenómeno, por supuesto, empieza a perturbar a la locomotora europea. Entretanto, todos los rindes de la deuda teutona están bajo 3% (inflación media de la Unión Europea). En realidad, la mayoría se halla a menos de la inflación alemana (2,5%). Por ende, apostar por papeles germanos presupone aceptar una pérdida de valor. A cambio, esos bonos eran puerto seguro. Ya no. La subasta del miércoles fue la peor desde que existe el euro.<br />
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Las cosas ya se habían agravado la última semana, cuando los bonos italianos pagaron más de 7% sobre los referenciales alemanes. Como si todo eso fuera poco, Francia fue advertida el jueves por la calificadora Fitch Ratings. Era irónico: en tanto volvían a reunirse Merkel, Nicolas Sarkozy y Mario Monti, peligraba la triple AAA francesa, asediada desde FT y Moody’s Investors Service.<br />
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Naturalmente, el problema chino es muy diferente y más manejable. Según el indicador industrial de Hong Kong-Shanghai Banking Corporation, en noviembre hay atisbos de contracción, aunque muy todavía muy tenues. No obstante, es el retroceso más marcado desde marzo de 2009.<br />
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El síntoma genera temores y eleva posibilidades de aterrizaje forzoso. A su vez, esto podría hacer que el gobierno lanzase estímulos antes de tiempo y más proactivos. Ocurre que hay otra señal: el indicador de los gerentes de compras, también en la industria, cedió de 51 puntos en octubre a 48 este mes.</p>
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Alemania y China, de pronto con problemas
Una abrupta caída industrial genera en Hong Kong temores de aterrizaje forzoso en el sector secundario. Mientras tanto, una desastrosa subasta de bonos a dos y diez años castiga a la economía germana, hasta ahora la más solvente de la Unión Europea.