<p>Por supuesto, el poder ejecutivo puede intentar con un proyecto de ley completamente distinto, que contenga aspectos moderados de la resolución 125. Pero este jueves, a las cuatro de la mañana, se acabó la idea de intangibilidad política a la cual se aferraban Néstor y Cristina Kirchner.</p>
<p>El partido que el ex presidente fabricó a su medida puso en evidencia un problema que ya afrontaron Carlos y Eduardo Menem: no es posible manejar un país desde provincias chicas en lo geoeconómico (La Rioja) o geopolítico (Santa Cruz). Argentina gira alrededor de Buenos Aires, Capital federal, Santa Fe, Córdoba y Mendoza. En ese orden.</p>
<p>En cuanto a Cobos, si resiste en su cargo constitucional –que ha ejercido soslayando a los Kirchner y desempatando según su criterio-, puede ser clave para el poskirchnerismo. Por ejemplo, para armar una coalición tras la presidente (por cuyo gabinete nadie daba un centavo).</p>
<p>En la vereda de enfrente, la oposición cristalizada en torno del sector rural es endeble y variopinta. Tanto como el propio campo, donde las mayores agrupaciones (Federación Agraria, socialista, y CRA, archiconservadora) carecen de alas políticas urbanas. No es cuestión de reemplazar los piqueteros de Luis d’Elia por los de Adolfo Castells o el foquismo trotskista.</p>
<p>De ahora en adelante, harán falta programas y partidos, no discursos sentimentales o patrióticos en plazas que ya no tienen vigencia. En cuanto a planes, desde las últimas elecciones presidenciales sólo subsiste el de Roberto Lavagna, el político más práctico y menos carismático que pueda imaginarse.</p>
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Al cabo, desempató el radical mendocino Julio Cobos. Esto signa el declive político de Néstor Kircner y tal vez su esposa
Hay ya presiones para que renuncie el vicepresidente. O también las hay para que Kirchner cese al frente del justicialismo. Por otra parte, el rechazo (37 a 36 votos) impide que el proyecto vuelva a diputados este año.