Aftosa: Uruguay culpa a la Argentina

Se detectó un nuevo brote en el departamento de Soriano. Mientras comenzaron con el sacrificio de ganado, el presidente Batlle aseguró: "Este virus nos llega desde la Argentina".

25 abril, 2001

(EFE).- El presidente uruguayo, Jorge Batlle, responsabilizó hoy (miércoles 25) a la Argentina del nuevo brote de fiebre aftosa en Uruguay, mientras que en el departamento (provincia) de Soriano, donde se produjo, comenzó el sacrificio de ganado.

“Este virus que nos llega desde la Argentina, notoriamente nos está haciendo daño y nos perjudica mucho”, afirmó Batlle en una conferencia de prensa minutos después de regresar de Estados Unidos, donde el martes se entrevistó con el presidente George Bush.

El mandatario uruguayo insistió en que el foco de fiebre aftosa “no nació en Uruguay” y enfatizó que tras haberse producido un primer brote en octubre pasado “Uruguay hizo las cosas bien y mantuvo una condición de buena conducta sanitaria”.

Admitió, sin embargo, que “las defensas que Uruguay puso en los accesos desde la Argentina no han sido suficientes”.

“Todos los habitantes del Mercosur tenemos el conocimiento de que hace ya varios meses existen en distintas provincias argentinas focos de aftosa en la Mesopotamia, Pampa húmeda, Córdoba, San Luis y Buenos Aires”, insistió Batlle.

El jefe de Estado tenía previsto visitar hoy el estado estadounidense de Florida para reunirse con autoridades y empresarios con el fin de impulsar las exportaciones uruguayas, pero resolvió cancelar la agenda y regresar “de inmediato” tras conocerse el martes los brotes de fiebre aftosa.

“No puedo dejar de reconocer el disgusto que tengo por lo acontecido”, dijo el presidente.

“Vamos a hacer lo que corresponde, cumplir con las normas técnicas y comerciales. Uruguay ha tenido, ahora y siempre, fiabilidad”, dijo Batlle, quien añadió que se va a “informar al mundo con la misma seriedad que hemos tenido siempre”.

Acompañado por el ministro de Ganadería, Gonzalo González, y el intendente (alcalde) de Soriano, Gustavo Lapaz, el jefe de Estado uruguayo destacó la “seriedad” con que actuó el país hace seis meses, cuando se produjo el primer brote de aftosa en el departamento de Artigas, limítrofe con Brasil.

Entonces también se aisló la zona, se suspendieron las exportaciones de carne, principal fuente de divisas del país, y se aplicó el “rifle sanitario” (sacrificio) a unos 20.000 animales entre bovinos, ovinos y cerdos.

Después de tres meses sin que surgieran nuevos focos, Uruguay recuperó su condición de país libre de fiebre aftosa sin vacunación, que le permitió entonces acceder a los mercados más exigentes y de mejores precios, y que ahora vuelve a quedar en suspenso.

El “rifle sanitario” (sacrifico de ganado) comenzó a aplicarse hoy a entre 800 y 1.000 vacunos, la mayoría de la raza Holando y dedicados a la producción lechera.

Los técnicos del Ministerio de Ganadería localizaron dos focos de fiebre aftosa en la zona conocida como Paraje Coquimbo, próxima a la ciudad de Palmitas, en el departamento de Soriano y a unos 250 kilómetros al noroeste de Montevideo.

La zona afectada está a unos 40 kilómetros de las costas del Río Uruguay, que separa el litoral oeste uruguayo de la Argentina, y a unos 80 kilómetros del puente internacional que une la ciudad uruguaya de Fray Bentos con la argentina de Puerto Unzué.

El caso es más grave con relación al foco detectado en octubre del pasado año en Artigas, porque Soriano es un departamento fundamentalmente ganadero y cuenta con unas 100.000 cabezas de ganado.

Una zona de cinco kilómetros a la redonda de donde se detectaron los dos focos fue “totalmente aislada y no se permite la salida de mercaderías ni personas”, precisaron fuentes del Comité de Emergencia instalado en el lugar.

El intendente Lapaz anunció que a los dos brotes detectados, “se agrega la sospecha de otros tres”, todos en el departamento de Soriano, “que están bajo análisis sanitario”.

En un radio de 25 kilómetros a los dos brotes detectados se aplica un férreo control sanitario con fumigación de los vehículos y personas en unos 30 puestos de control.

El departamento de Soriano quedó aislado para el tráfico de animales, frutas, verduras y alimentos frescos.

Efectivos del Ejército fueron desplegados en la zona para colaborar en las tareas de control y son los encargados de aplicar el “rifle sanitario” al ganado.

(EFE).- El presidente uruguayo, Jorge Batlle, responsabilizó hoy (miércoles 25) a la Argentina del nuevo brote de fiebre aftosa en Uruguay, mientras que en el departamento (provincia) de Soriano, donde se produjo, comenzó el sacrificio de ganado.

“Este virus que nos llega desde la Argentina, notoriamente nos está haciendo daño y nos perjudica mucho”, afirmó Batlle en una conferencia de prensa minutos después de regresar de Estados Unidos, donde el martes se entrevistó con el presidente George Bush.

El mandatario uruguayo insistió en que el foco de fiebre aftosa “no nació en Uruguay” y enfatizó que tras haberse producido un primer brote en octubre pasado “Uruguay hizo las cosas bien y mantuvo una condición de buena conducta sanitaria”.

Admitió, sin embargo, que “las defensas que Uruguay puso en los accesos desde la Argentina no han sido suficientes”.

“Todos los habitantes del Mercosur tenemos el conocimiento de que hace ya varios meses existen en distintas provincias argentinas focos de aftosa en la Mesopotamia, Pampa húmeda, Córdoba, San Luis y Buenos Aires”, insistió Batlle.

El jefe de Estado tenía previsto visitar hoy el estado estadounidense de Florida para reunirse con autoridades y empresarios con el fin de impulsar las exportaciones uruguayas, pero resolvió cancelar la agenda y regresar “de inmediato” tras conocerse el martes los brotes de fiebre aftosa.

“No puedo dejar de reconocer el disgusto que tengo por lo acontecido”, dijo el presidente.

“Vamos a hacer lo que corresponde, cumplir con las normas técnicas y comerciales. Uruguay ha tenido, ahora y siempre, fiabilidad”, dijo Batlle, quien añadió que se va a “informar al mundo con la misma seriedad que hemos tenido siempre”.

Acompañado por el ministro de Ganadería, Gonzalo González, y el intendente (alcalde) de Soriano, Gustavo Lapaz, el jefe de Estado uruguayo destacó la “seriedad” con que actuó el país hace seis meses, cuando se produjo el primer brote de aftosa en el departamento de Artigas, limítrofe con Brasil.

Entonces también se aisló la zona, se suspendieron las exportaciones de carne, principal fuente de divisas del país, y se aplicó el “rifle sanitario” (sacrificio) a unos 20.000 animales entre bovinos, ovinos y cerdos.

Después de tres meses sin que surgieran nuevos focos, Uruguay recuperó su condición de país libre de fiebre aftosa sin vacunación, que le permitió entonces acceder a los mercados más exigentes y de mejores precios, y que ahora vuelve a quedar en suspenso.

El “rifle sanitario” (sacrifico de ganado) comenzó a aplicarse hoy a entre 800 y 1.000 vacunos, la mayoría de la raza Holando y dedicados a la producción lechera.

Los técnicos del Ministerio de Ganadería localizaron dos focos de fiebre aftosa en la zona conocida como Paraje Coquimbo, próxima a la ciudad de Palmitas, en el departamento de Soriano y a unos 250 kilómetros al noroeste de Montevideo.

La zona afectada está a unos 40 kilómetros de las costas del Río Uruguay, que separa el litoral oeste uruguayo de la Argentina, y a unos 80 kilómetros del puente internacional que une la ciudad uruguaya de Fray Bentos con la argentina de Puerto Unzué.

El caso es más grave con relación al foco detectado en octubre del pasado año en Artigas, porque Soriano es un departamento fundamentalmente ganadero y cuenta con unas 100.000 cabezas de ganado.

Una zona de cinco kilómetros a la redonda de donde se detectaron los dos focos fue “totalmente aislada y no se permite la salida de mercaderías ni personas”, precisaron fuentes del Comité de Emergencia instalado en el lugar.

El intendente Lapaz anunció que a los dos brotes detectados, “se agrega la sospecha de otros tres”, todos en el departamento de Soriano, “que están bajo análisis sanitario”.

En un radio de 25 kilómetros a los dos brotes detectados se aplica un férreo control sanitario con fumigación de los vehículos y personas en unos 30 puestos de control.

El departamento de Soriano quedó aislado para el tráfico de animales, frutas, verduras y alimentos frescos.

Efectivos del Ejército fueron desplegados en la zona para colaborar en las tareas de control y son los encargados de aplicar el “rifle sanitario” al ganado.

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