A pesar de todo, Estonia está ya en la Eurozona
Formalmente, Tallin es el miembro número diecisiete desde el sábado 1, pero la fecha real es el primer día hábil de 2011. Pero, por las dudas, Alemania salió este domingo a declarar que la fase expansiva del euro se cierra con Estonia.
2 enero, 2011
<p>Este pequeño país (45.000 Km. 2, 1.300.000 habitantes), bajo la protección de su hermana lingüística mayor, Helsinki, es instrumentado por Berlín para bloquear eventuales ambiciones letonas y lituanas. También varios analistas occidentales comparten los resquemores germanos ante el trío báltico, que en cambio es apoyado por Finlandia y Polonia.<br />
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Hay en efecto un detalle preocupante: sólo Letonia y Lituania tienen plazo específico máximo para ser admitidas (2014). Pero, casi unilateralmente, Polonia, Chequia y Hungría respaldan a Estonia y las otras dos, desechando ulteriores debates políticos. Por tanto, parece frenarse la “onda larga de 2004”, desatada por la imprudente incorporación colectiva de Rumania, Bulgaria, Chipre griega, la inexplicable Malta y otros quince.<br />
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En aquel momento, efectivamente, se subscribió un pacto por el cual el grupo prometía encarar los pasos necesarios para adherir al euro como moneda única. Hasta el momento, apenas Eslovenia, Eslovaquia, Chipre y Malta están cumpliéndolos. Ahora surge la imprevista Estonia, mientras Croacia continúa presionando.<br />
El portugués José Manuel Durão Barroso, presidente de la comisión europea, sostuvo el sábado que el ingreso de la república báltica más chica era “una fuerte señal de estabilidad”. <br />
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Por otra parte, su entrada coincide con la amplia ola de euroescepticismo asociada a una pertinaz crisis de endeudamiento soberano que alcanza a Grecia, Portugal, Irlanda y España, por el momento. Pero la reacción social a programas de austeridad ortodoxos involucra esos países más Italia, Francia, Gran Bretaña y, hasta cierto punto, Alemania misma. Un síntoma basta y sobra: la noche de año nuevo sirvió para desplegar en Tallin juegos de luces que rezaban “Estonia, bienvenida al Titanic”.</p>
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