El Informe Económico para América Latina elaborado por el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), sostiene que las perspectivas para América latina son muy positivas.
Asegura que los problemas económicos surgidos en los últimos meses son sólo “males menores” y afirma que el desigual desempeño en materia de crecimiento refleja el peso creciente de los factores económicos específicos de cada país.
Ejemplos de ello son el deterioro de la confianza causado por el escándalo político y la convocatoria de nuevas elecciones en Perú, o el pesimismo de los agentes económicos en Argentina, que impide una recuperación más vigorosa de la demanda.
En la misma línea se sitúan el lento progreso de las negociaciones de paz y el estancamiento del programa de reformas y privatizaciones, que pueden afectar de forma significativa a la inversión en Colombia.
Por el contrario, México y Brasil, que representan más de la mitad del Producto Bruto Interno de la región, están creciendo a tasas superiores a las esperadas.
Según el economista jefe del BBVA, Miguel Sebastián, “el 2.000 no puede considerarse un año malo para América latina, aunque sí mediocre”, porque un crecimiento promedio del 4%es algo bajo si se tiene en cuenta que la región está saliendo de una crisis.
A pesar de ello, el economista jefe del BBVA considera que “El próximo año el crecimiento será de 4,5% , y algunos países lo harán bastante bien, especialmente Chile y México, e incluso Brasil y Colombia”, mientras que en el caso de Venezuela se vislumbran algunas dificultades de largo plazo.
Respecto a Argentina, y a pesar del pesimismo a corto plazo, Miguel Sebastián considera que “su solidez macroeconómica es suficiente para resistir y sanear su economía”.
Según el análisis del BBVA, el ciclo mexicano ya ha alcanzado su máximo, pero el año próximo se prevé un mayor crecimiento en Brasil, circunstancia que unida a una recuperación sostenida de la demanda en Argentina y Chile ayudará a acelerar el crecimiento regional.
El Informe Económico para América Latina elaborado por el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), sostiene que las perspectivas para América latina son muy positivas.
Asegura que los problemas económicos surgidos en los últimos meses son sólo “males menores” y afirma que el desigual desempeño en materia de crecimiento refleja el peso creciente de los factores económicos específicos de cada país.
Ejemplos de ello son el deterioro de la confianza causado por el escándalo político y la convocatoria de nuevas elecciones en Perú, o el pesimismo de los agentes económicos en Argentina, que impide una recuperación más vigorosa de la demanda.
En la misma línea se sitúan el lento progreso de las negociaciones de paz y el estancamiento del programa de reformas y privatizaciones, que pueden afectar de forma significativa a la inversión en Colombia.
Por el contrario, México y Brasil, que representan más de la mitad del Producto Bruto Interno de la región, están creciendo a tasas superiores a las esperadas.
Según el economista jefe del BBVA, Miguel Sebastián, “el 2.000 no puede considerarse un año malo para América latina, aunque sí mediocre”, porque un crecimiento promedio del 4%es algo bajo si se tiene en cuenta que la región está saliendo de una crisis.
A pesar de ello, el economista jefe del BBVA considera que “El próximo año el crecimiento será de 4,5% , y algunos países lo harán bastante bien, especialmente Chile y México, e incluso Brasil y Colombia”, mientras que en el caso de Venezuela se vislumbran algunas dificultades de largo plazo.
Respecto a Argentina, y a pesar del pesimismo a corto plazo, Miguel Sebastián considera que “su solidez macroeconómica es suficiente para resistir y sanear su economía”.
Según el análisis del BBVA, el ciclo mexicano ya ha alcanzado su máximo, pero el año próximo se prevé un mayor crecimiento en Brasil, circunstancia que unida a una recuperación sostenida de la demanda en Argentina y Chile ayudará a acelerar el crecimiento regional.