Tanto se habla de este tema que ya tiene nombre propio, lo llaman Brexit (o sea la salida de Gran Bretaña de la Unión europea) y lo contraponen a Grexit (La salida de Grecia de la Eurozona).
Dos tercios de los empresarios encuestados por Grant Thornton en 36 países opinaron que la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea tendría efectos negativos para la economía europea. Al contestar sobre la posible salida de Grecia de la eurozona, sólo 45% creyó que tendría efectos negativos.
También hay preocupación en medios empresariales británicos. Si ganara la semana próxima el partido conservador, David Cameron ha prometido que convocará un referéndum sobre la posible salida de Gran Bretaña de la UE. La propuesta conservadora, que implicaría que el Reino Unido renuncie a la Convención de la ONU de 1951 para refugiados, busca polarizar el debate electoral y empujar al actual gobierno laborista a replicar con fuertes medidas contra los inmigrantes.
Los laboristas, por su parte, los acusa de estar agitando el fantasma racista para conseguir votos. Dicen, en el manifiesto del partido, que Gran Bretaña volverá a tener “un rol de liderazgo en una Unión Europea reformada” aunque no da detalles de cuáles serán esas reformas que propone.