miércoles, 18 de junio de 2025

Momentus: la startup de remolque orbital que pelea por sobrevivir en el mercado espacial

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En el vasto y competitivo universo de las startups espaciales, Momentus Inc. representa una de las apuestas más audaces —y más inciertas— de los últimos años. Nacida con una visión de largo plazo y un plan técnico ambicioso, esta compañía con sede en San José, California, busca posicionarse como proveedor clave de servicios logísticos en el espacio: desde el transporte orbital de satélites hasta el futuro repostaje y mantenimiento en órbita. Sin embargo, el camino hasta aquí ha estado lejos de ser recto.

Momentus fue fundada en 2017 por el físico ruso Mikhail Kokorich con la idea de resolver un problema crucial: cómo mover satélites pequeños a órbitas específicas una vez que el cohete los deja en una órbita genérica. Para esto, diseñaron un vehículo llamado Vigoride, una especie de “remolcador espacial” propulsado por un sistema electrotermal que utiliza agua como combustible.

La tecnología prometía flexibilidad, eficiencia energética y bajos costos operativos. Pero la historia empresarial no tardó en complicarse: en 2021, Momentus intentó abrirse al capital público a través de una SPAC —Stable Road Acquisition Corp.— que le permitiría cotizar en el Nasdaq. El debut bursátil se concretó, pero trajo consigo fuertes cuestionamientos de la SEC (la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU.), que multó a la compañía por “reclamos engañosos” en su prospecto de fusión. Como consecuencia, Kokorich dejó la empresa y fue reemplazado por un equipo directivo más alineado con las exigencias regulatorias estadounidenses.

A pesar de estos contratiempos, Momentus siguió adelante con el despliegue de su Vigoride. En mayo de 2022 realizó su primera misión operativa, y en los dos años siguientes llevó cargas útiles para clientes como la NASA, Caltech y Qosmosys. No obstante, los problemas técnicos persisten: fallos en la implementación de cargas y dificultades con la propulsión minaron la confianza del mercado.

La propuesta de Momentus gira en torno a un concepto: la infraestructura espacial como servicio. Sus vehículos Vigoride están diseñados para realizar:

  • Transferencias orbitales: llevar satélites desde una órbita genérica a la órbita final de operación.
  • Alojamiento de cargas útiles: permitir a empresas o agencias utilizar el remolcador como plataforma de experimentación.
  • Servicios futuros: incluyen mantenimiento, inspección, y eventualmente retiro de basura espacial o repostaje de naves.

En un futuro ideal, Momentus busca convertirse en una especie de “Uber espacial” para satélites pequeños, operando en conjunto con cohetes como Falcon 9 (SpaceX) o Electron (Rocket Lab).

En el primer trimestre de 2025, Momentus reportó ingresos de solo $0.32 millones, una caída del 37% interanual. La pérdida neta fue de $6.17 millones, mejor que los $8.2 millones del mismo período de 2024, pero aún preocupante. Más crítico aún es el dato de caja: la empresa cerró marzo con solo $3.4 millones en efectivo, habiendo gastado $4.2 millones en operaciones durante el trimestre.

En otras palabras, sin una inyección urgente de capital, Momentus enfrenta un serio riesgo de continuidad. Así lo reconoció en su propio reporte trimestral ante la SEC: “existen dudas sustanciales sobre nuestra capacidad para continuar como empresa en marcha”.

A esto se suma un mercado que ha castigado su acción. Desde que comenzó a cotizar en 2021, su valor bursátil cayó más del 90%, cotizando actualmente en torno a $1.64 por acción.

Pese a los números sombríos, Momentus mantiene relaciones estratégicas con la NASA a través del programa VADR (Venture-Class Acquisition of Dedicated and Rideshare), y algunos contratos pequeños aún sostienen su operación. Su tecnología sigue siendo única en el segmento de remolcadores espaciales y hay una demanda latente por servicios logísticos orbitales —especialmente si proliferan las megaconstelaciones de satélites.

El dilema es el tiempo: ¿puede Momentus sobrevivir financieramente lo suficiente como para que el mercado madure y su propuesta tenga sentido? La historia reciente sugiere que no todas las ideas brillantes sobreviven el valle de la muerte financiero, incluso en un sector tan caliente como el espacial.

Momentus encarna una paradoja clásica del New Space: una idea innovadora y tecnológicamente válida que enfrenta una ejecución imperfecta y un entorno financiero implacable. El mercado no espera —y menos aún cuando los rivales (como D-Orbit en Europa o Exotrail en Francia) avanzan con modelos similares y respaldo estatal.

Mientras el sueño del remolcador espacial permanece, Momentus navega con poco combustible y mucho que demostrar.

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