El campeonato que durará un mes y que comenzó hoy viernes en París tiene vendidas 720.000 entradas para ver los partidos.
Pero todo el ruido que concita la programación contrasta notablemente con los escasos recursos disponibles para las jugadoras en comparación con los de sus colegas varones. Esa diferencia ha generado un intenso debate sobre la manera de hacer crecer el deporte femenino.
El razonamiento de Gianni Infantino, presidente de la Fifa, es el siguiente: si la copa masculina llega a un público entre 3.500 millones y 4.000 millones de personas y genera ingresos por US$ 6.500 millones, la copa femenina, que tiene un público de 1.000 millones debería recibir por lo menos US$ 1.500 millones. “Pero no es así. Genera mucho menos. Por eso es que tenemos que invertir en el deporte femenino.
El plan de la Fifa es aumentar el financiamiento de desarrollo para el fútbol femenino a nivel de las bases prometiendo duplicar globalmente el número de jugadoras a 60 millones para 2026 para mejorar el nivel d juego y despertar el interés comercial.
Pero en la víspera de la inauguración del campeonato la Unión Profesional Australiana amenazó con demandar a la Fifa para obligarla a equiparar el monto de los premios de la Copa Mundial de hombres y mujeres.
En la Copa Femenina los 24 equipos participantes se repartirán US$ 30 millones en premios. Pero la Copa Masculina reparte US$ 400 millones en premios.