Como resultado sobresaliente de las reuniones realizadas en Londres entre la diplomacia de la Argentina, Gran Bretaña y los consejeros kelpers, el Gobierno argentino aceptó por primera vez que los malvinenses tomaran parte de la negociación. Serán ellos quienes decidirán si aceptan -a través de una consulta popular- la reanudación de los vuelos entre la Argentina continental y el archipiélago, suspendidos desde la guerra de 1982. Además, se habría acordado que los ciudadanos argentinos podrán viajar a las Malvinas con sus pasaportes o DNI. El canciller Guido Di Tella se mostró conforme tras los dos días de negociaciones entre las partes. “Deseamos que podamos encontrar modos de cooperación para nuestro mutuo beneficio y aprender a convivir cada uno al lado del otro, como amistosos vecinos en una atmósfera de mutuo respeto”, dijeron, por su parte, los consejeros kelpers. El encuentro realizado en Londres tendrá su segundo capítulo en Nueva York, quizás el 2 de julio, un día después de que el diferendo por las Malvinas sea tratado, como cada año, por el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas (ONU).
Como resultado sobresaliente de las reuniones realizadas en Londres entre la diplomacia de la Argentina, Gran Bretaña y los consejeros kelpers, el Gobierno argentino aceptó por primera vez que los malvinenses tomaran parte de la negociación. Serán ellos quienes decidirán si aceptan -a través de una consulta popular- la reanudación de los vuelos entre la Argentina continental y el archipiélago, suspendidos desde la guerra de 1982. Además, se habría acordado que los ciudadanos argentinos podrán viajar a las Malvinas con sus pasaportes o DNI. El canciller Guido Di Tella se mostró conforme tras los dos días de negociaciones entre las partes. “Deseamos que podamos encontrar modos de cooperación para nuestro mutuo beneficio y aprender a convivir cada uno al lado del otro, como amistosos vecinos en una atmósfera de mutuo respeto”, dijeron, por su parte, los consejeros kelpers. El encuentro realizado en Londres tendrá su segundo capítulo en Nueva York, quizás el 2 de julio, un día después de que el diferendo por las Malvinas sea tratado, como cada año, por el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas (ONU).
