El candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires del Partido Justicialista (PJ), Carlos Ruckauf, sintió el golpe y decidió no hablar más de la polémica que había desatado al acusar a su contrincante de la Alianza, Graciela Fernández Meijide, de “atea, abortista y anticristiana”. Luego de evaluar las repercusiones negativas que generaron las declaraciones del vicepresidente sobre su adversaria, tanto Ruckauf como el candidato presidencial del PJ, Eduardo Duhalde, evidenciaron ayer un cambio de estrategia: dejar fuera del debate de campaña a la religión. “(Ruckauf) está un poco arrepentido”, sostuvo Felipe Solá, compañero de fórmula del vicepresidente. Duhalde, por su parte, salió a decir que la polémica por cuestiones religiosas “no le interesa a nadie”. Incluso Ruckauf denunció que fueron los “operadores políticos” de la Alianza los que “ubicaron el tema en esta situación. Lo que intentan ellos es ponerse en víctimas, que no lo son”, dijo.
(La Nación, La Prensa, Clarín)
El candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires del Partido Justicialista (PJ), Carlos Ruckauf, sintió el golpe y decidió no hablar más de la polémica que había desatado al acusar a su contrincante de la Alianza, Graciela Fernández Meijide, de “atea, abortista y anticristiana”. Luego de evaluar las repercusiones negativas que generaron las declaraciones del vicepresidente sobre su adversaria, tanto Ruckauf como el candidato presidencial del PJ, Eduardo Duhalde, evidenciaron ayer un cambio de estrategia: dejar fuera del debate de campaña a la religión. “(Ruckauf) está un poco arrepentido”, sostuvo Felipe Solá, compañero de fórmula del vicepresidente. Duhalde, por su parte, salió a decir que la polémica por cuestiones religiosas “no le interesa a nadie”. Incluso Ruckauf denunció que fueron los “operadores políticos” de la Alianza los que “ubicaron el tema en esta situación. Lo que intentan ellos es ponerse en víctimas, que no lo son”, dijo.
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