Se estima que, anualmente, en la Argentina se comercializan alrededor de 100 millones de prendas que provienen del circuito comercial ilegal (fabricadas en talleres clandestinos, traídas de contrabando); esta cifra representa 50% del volumen que se comercializa en nuestro país. Hace cuatro años, esa relación estaba cercana a 10%.
Desde que el circuito negro de la indumentaria registró tan importante crecimiento, cerraron 1200 empresas del sector, lo que significó la pérdida de 50 mil puestos de trabajo.
La mayor parte de la mercadería ilegal se comercializa en la denominadas “ferias truchas”, que existen en todo el país, especialmente en el Gran Buenos Aires.
Las pérdidas para el sector de la indumentaria llegan al orden de los US$ 1200 millones anuales, lo que representa –además– una evasión al fisco de cercana a los US$ 600 millones.
Se estima que, anualmente, en la Argentina se comercializan alrededor de 100 millones de prendas que provienen del circuito comercial ilegal (fabricadas en talleres clandestinos, traídas de contrabando); esta cifra representa 50% del volumen que se comercializa en nuestro país. Hace cuatro años, esa relación estaba cercana a 10%.
Desde que el circuito negro de la indumentaria registró tan importante crecimiento, cerraron 1200 empresas del sector, lo que significó la pérdida de 50 mil puestos de trabajo.
La mayor parte de la mercadería ilegal se comercializa en la denominadas “ferias truchas”, que existen en todo el país, especialmente en el Gran Buenos Aires.
Las pérdidas para el sector de la indumentaria llegan al orden de los US$ 1200 millones anuales, lo que representa –además– una evasión al fisco de cercana a los US$ 600 millones.
