(EFE).- Lego, el fabricante danés de juguetes, sufrió pérdidas de 1.000 millones de coronas (US$ 122 millones) en el año 2000 y ha visto reducido su volumen de negocio en 13%, lo que le obligará a despedir a unas 500 personas, anunció hoy (jueves 1) su director, Kjeld Kirk Kristiansen.
“Bochornoso y completamente insatisfactorio”, dijo Kristiansen en rueda de prensa, al anunciar el negativo balance del año pasado.
La contabilidad no está aún totalmente cerrada, pero los datos avanzados por el director de Lego certifican que ésta es la segunda ocasión en que el fabricante de ladrillos de plástico para construcciones infantiles presenta números rojos a final de año.
Como consecuencia de estos datos económicos, Lego anunció el cierre de su planta de producción de la localidad suiza de Baar, donde desaparecerán 390 puestos de trabajo, y otra en Budapest, donde 80 trabajadores perderán su puesto.
En su sede central de Dinamarca, Billund, Lego despedirá a 30 personas de una plantilla de 4.000 trabajadores, que en todo el mundo suman 9.000.
La dirección ha decidido asimismo cesar en su cargo al jefe para el mercado estadounidense, Peter Eioe, y en su lugar ha contratado al directivo de la empresa de artículos deportivos Nike, Andrew Black.
“Sabemos qué es lo que ha fallado y sabemos lo que tenemos que hacer”, dijo el subdirector de Lego, Poul Plougmann al hablar de las perspectivas de la empresa.
Por primera vez en muchos años, Lego ha tenido unas ventas decepcionantes en Estados Unidos durante la temporada navideña, a lo que se añade la desaparición de la tienda de juguetes en Internet, eToys, de la que Lego era inversora.
El pasado año se realizaron inversiones importantes en el sector de los juegos por ordenador, que no dieron los resultados previstos, ni tampoco la ropa y los libros, que dejarán de producirse, informó la empresa.
Los parques de atracciones de Legoland son otro de los puntos deficitarios, por lo que la empresa ha descartado abrir un quinto parque e intentar promover los ya existentes, en especial el situado en la localidad británica de Windsor.
De cara al futuro, Lego apuesta por prestar especial atención a la fabricación de los ladrillos de plástico multicolor que le hicieron conocido en todo el mundo, pero sin renunciar a seguir modernizándose.
“Tenemos que conseguir integrar las nuevas tecnologías en el universo Lego. Eso significa que el “ladrillo inteligente” va a seguir adelante”, declaró Poul Plougmann.
Como estrategia para los próximos años, Lego quiere conseguir una mayor implantación en Estados Unidos y en Japón, sus dos mayores mercados.
Los productos Lego abarcan 3% del mercado de juguetes estadounidense, y 2% del japonés, según datos de la empresa, que sigue manteniendo el objetivo de ser la marca de juguetes más conocida del mundo en el 2005.
(EFE).- Lego, el fabricante danés de juguetes, sufrió pérdidas de 1.000 millones de coronas (US$ 122 millones) en el año 2000 y ha visto reducido su volumen de negocio en 13%, lo que le obligará a despedir a unas 500 personas, anunció hoy (jueves 1) su director, Kjeld Kirk Kristiansen.
“Bochornoso y completamente insatisfactorio”, dijo Kristiansen en rueda de prensa, al anunciar el negativo balance del año pasado.
La contabilidad no está aún totalmente cerrada, pero los datos avanzados por el director de Lego certifican que ésta es la segunda ocasión en que el fabricante de ladrillos de plástico para construcciones infantiles presenta números rojos a final de año.
Como consecuencia de estos datos económicos, Lego anunció el cierre de su planta de producción de la localidad suiza de Baar, donde desaparecerán 390 puestos de trabajo, y otra en Budapest, donde 80 trabajadores perderán su puesto.
En su sede central de Dinamarca, Billund, Lego despedirá a 30 personas de una plantilla de 4.000 trabajadores, que en todo el mundo suman 9.000.
La dirección ha decidido asimismo cesar en su cargo al jefe para el mercado estadounidense, Peter Eioe, y en su lugar ha contratado al directivo de la empresa de artículos deportivos Nike, Andrew Black.
“Sabemos qué es lo que ha fallado y sabemos lo que tenemos que hacer”, dijo el subdirector de Lego, Poul Plougmann al hablar de las perspectivas de la empresa.
Por primera vez en muchos años, Lego ha tenido unas ventas decepcionantes en Estados Unidos durante la temporada navideña, a lo que se añade la desaparición de la tienda de juguetes en Internet, eToys, de la que Lego era inversora.
El pasado año se realizaron inversiones importantes en el sector de los juegos por ordenador, que no dieron los resultados previstos, ni tampoco la ropa y los libros, que dejarán de producirse, informó la empresa.
Los parques de atracciones de Legoland son otro de los puntos deficitarios, por lo que la empresa ha descartado abrir un quinto parque e intentar promover los ya existentes, en especial el situado en la localidad británica de Windsor.
De cara al futuro, Lego apuesta por prestar especial atención a la fabricación de los ladrillos de plástico multicolor que le hicieron conocido en todo el mundo, pero sin renunciar a seguir modernizándose.
“Tenemos que conseguir integrar las nuevas tecnologías en el universo Lego. Eso significa que el “ladrillo inteligente” va a seguir adelante”, declaró Poul Plougmann.
Como estrategia para los próximos años, Lego quiere conseguir una mayor implantación en Estados Unidos y en Japón, sus dos mayores mercados.
Los productos Lego abarcan 3% del mercado de juguetes estadounidense, y 2% del japonés, según datos de la empresa, que sigue manteniendo el objetivo de ser la marca de juguetes más conocida del mundo en el 2005.