Agro Sevilla, un grupo español que se dedica al negocio agroalimenticio, se hizo con el control de una de las plantas procesadoras y envasadoras de aceitunas que la brasileña Arisco poseía en la localidad de Tunuyán, en la provincia de Mendoza, informó hoy (miércoles 4) el diario La Nación.
La compañía española buscará hacerse fuerte en la producción de aceitunas utilizando esas instalaciones que, desde hace casi dos años, se mantenían fuera de servicio.
Arisco tiene en la Argentina cuatro plantas. Una en San Isidro, dos en Mendoza (ahora una), una en La Rioja y una en San Juan.
Llegó al país en marzo de 1991, y tanto en Brasil como en la Argentina, sus productos se caracterizaron por hacerse populares gracias a la imagen de la artista brasileña Xuxa.
Es una empresa fuerte en los sectores de producción de aceite de oliva, aceitunas y pasta de ajo, a través de su marca Copisi, con la que concentran alrededor de 16% del mercado.
Cerca de 95% de su producción de aceite de oliva y aceitunas en la Argentina se exporta a Brasil, donde tiene su casa central.
Con las marcas Tarantella y Arisco está presente también en salsas de tomate y arvejas; mientras que compite directamente con Arcor, Nabisco, Benvenuto (La Campagnola), Cartellone (Molto).
El año pasado, varias empresas –entre ellas las estadounidenses H.J Heinz, Campbell y Bestfood, y hasta un fondo de inversión integrado por capitales de Socma y Arcor, ambas de la Argentina- manifestaron su interés en adquirir la firma brasileña.
En aquel entonces, Junio Alves de Queiroz, el accionista mayoritario de la empresa llegó a decir que sólo la vendería a cambio de US$ 3.000 millones, mientras Goldman Sachs, propietaria de 20%, negociaba la venta.
Finalmente fue la angloholandesa Unilever, la que se hizo cargo de la marca y hoy es su controlante a nivel global.
Agro Sevilla, un grupo español que se dedica al negocio agroalimenticio, se hizo con el control de una de las plantas procesadoras y envasadoras de aceitunas que la brasileña Arisco poseía en la localidad de Tunuyán, en la provincia de Mendoza, informó hoy (miércoles 4) el diario La Nación.
La compañía española buscará hacerse fuerte en la producción de aceitunas utilizando esas instalaciones que, desde hace casi dos años, se mantenían fuera de servicio.
Arisco tiene en la Argentina cuatro plantas. Una en San Isidro, dos en Mendoza (ahora una), una en La Rioja y una en San Juan.
Llegó al país en marzo de 1991, y tanto en Brasil como en la Argentina, sus productos se caracterizaron por hacerse populares gracias a la imagen de la artista brasileña Xuxa.
Es una empresa fuerte en los sectores de producción de aceite de oliva, aceitunas y pasta de ajo, a través de su marca Copisi, con la que concentran alrededor de 16% del mercado.
Cerca de 95% de su producción de aceite de oliva y aceitunas en la Argentina se exporta a Brasil, donde tiene su casa central.
Con las marcas Tarantella y Arisco está presente también en salsas de tomate y arvejas; mientras que compite directamente con Arcor, Nabisco, Benvenuto (La Campagnola), Cartellone (Molto).
El año pasado, varias empresas –entre ellas las estadounidenses H.J Heinz, Campbell y Bestfood, y hasta un fondo de inversión integrado por capitales de Socma y Arcor, ambas de la Argentina- manifestaron su interés en adquirir la firma brasileña.
En aquel entonces, Junio Alves de Queiroz, el accionista mayoritario de la empresa llegó a decir que sólo la vendería a cambio de US$ 3.000 millones, mientras Goldman Sachs, propietaria de 20%, negociaba la venta.
Finalmente fue la angloholandesa Unilever, la que se hizo cargo de la marca y hoy es su controlante a nivel global.