(DYN). – La supervivencia de Aerolíneas Argentinas, única línea de bandera del país, sigue en la cuenta regresiva, y mientras el Gobierno centra sus expectativas en que los técnicos de Apta se avengan finalmente a firmar un acuerdo para destrabar el conflicto, ese sector insiste en que es el presidente Fernando de la Rúa el que debe tomar el timón para buscar una salida.
De la Rúa sostuvo este mediodía que la solución demanda que “todos hagamos un esfuerzo para preservar nuestra aerolínea de bandera”, incluyendo “a la Sepi, el Gobierno, el Parlamento, los trabajadores, los empresarios y los acreedores”, pero cuestionó indirectamente al titular de Apta, Ricardo Cirielli, por mantener su intransigencia.
“Lamento –dijo– que por la actitud de una sola persona, o de un solo sector, no se resuelva” el conflicto que, a su entender, ya tendría que haber estado definido “con aportes de capital, y la empresa funcionando”.
Mañana llegaría a la Argentina una delegación del máximo nivel de la Sepi, los propietarios de la mayoría de acciones de Aerolíneas, para definir si depositarán los US$ 350 millones para sacar de la crisis a la empresa que, según los sindicatos, ya estaría al borde del cese de pagos.
Concretamente, hasta pasado el mediodía la situación seguía siendo idéntica a la de los últimos días, sin que se avizore una luz en el fondo del túnel, ya que mientras la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, señaló su esperanza de que la Apta firme el Plan Director propuesto por Aerolíneas, el sindicalista insistió en que no lo hará.
Pese a que hoy dejó entreabierta una puerta al indicar que sólo modificará su actitud si la mayoría de su sindicato así se lo solicite, Cirielli ratificó su postura en el sentido de que de firmar el plan director aceptado ya por cinco de los siete gremios, sólo “resolvería el problema coyuntural” pero no el de largo plazo.
Afirmó que aunque firmara, “después se entraría en el conflicto salarial”, ya que el plan director contempla rebajas de sueldos, entre otros puntos.
Pasado el mediodía, estaban convocados los representantes de los siete gremios aeronáuticos en la sede de Apla, el de los pilotos, para tratar de convencer a Cirielli, pero la reunión se demoraba por incidentes –con forcejeos y empujones– entre los propios delegados de distintos sectores.
(DYN). – La supervivencia de Aerolíneas Argentinas, única línea de bandera del país, sigue en la cuenta regresiva, y mientras el Gobierno centra sus expectativas en que los técnicos de Apta se avengan finalmente a firmar un acuerdo para destrabar el conflicto, ese sector insiste en que es el presidente Fernando de la Rúa el que debe tomar el timón para buscar una salida.
De la Rúa sostuvo este mediodía que la solución demanda que “todos hagamos un esfuerzo para preservar nuestra aerolínea de bandera”, incluyendo “a la Sepi, el Gobierno, el Parlamento, los trabajadores, los empresarios y los acreedores”, pero cuestionó indirectamente al titular de Apta, Ricardo Cirielli, por mantener su intransigencia.
“Lamento –dijo– que por la actitud de una sola persona, o de un solo sector, no se resuelva” el conflicto que, a su entender, ya tendría que haber estado definido “con aportes de capital, y la empresa funcionando”.
Mañana llegaría a la Argentina una delegación del máximo nivel de la Sepi, los propietarios de la mayoría de acciones de Aerolíneas, para definir si depositarán los US$ 350 millones para sacar de la crisis a la empresa que, según los sindicatos, ya estaría al borde del cese de pagos.
Concretamente, hasta pasado el mediodía la situación seguía siendo idéntica a la de los últimos días, sin que se avizore una luz en el fondo del túnel, ya que mientras la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, señaló su esperanza de que la Apta firme el Plan Director propuesto por Aerolíneas, el sindicalista insistió en que no lo hará.
Pese a que hoy dejó entreabierta una puerta al indicar que sólo modificará su actitud si la mayoría de su sindicato así se lo solicite, Cirielli ratificó su postura en el sentido de que de firmar el plan director aceptado ya por cinco de los siete gremios, sólo “resolvería el problema coyuntural” pero no el de largo plazo.
Afirmó que aunque firmara, “después se entraría en el conflicto salarial”, ya que el plan director contempla rebajas de sueldos, entre otros puntos.
Pasado el mediodía, estaban convocados los representantes de los siete gremios aeronáuticos en la sede de Apla, el de los pilotos, para tratar de convencer a Cirielli, pero la reunión se demoraba por incidentes –con forcejeos y empujones– entre los propios delegados de distintos sectores.
