Poco después de saberse que Walt Disney Corporation había
revisado números contables, un juez en Estados Unidos convalidó
una denuncia de la Federal Trade Commission contra Vivendi Universal,
que involucra también a AOL Time Warner.
Se trata de maniobras para fijar de antemano precios para grabaciones de los
Tres Tenores, una marca que ya poco tiene que ver con la música seria.
Aunque sí con Luciano Pavarotti -cuyos gallos lo han llevado a un semirretiro-,
Plácido Domingo y José Carreras.
La FTC (comisión federal de comercio) sostiene que la división
grabaciones musicales de Vivendi Universal impuso la moratoria ilegal
de dos meses sobre los descuentos y la publicidad de los registros ya amortizados
en los formatos de disco compacto, cintas y videos. Esto ocurrió en 1998,
cuando la declinación de Pavarotti y Carreras dificultaba la venta del
nuevo registro.
Según la FTC, Universal Music Group (UMG) y Warner Music Group
(WMG), unidades de los dos conglomerados, "conspiraron ilegalmente para
negar descuentos sobre grabaciones anteriores, para promover Tres Tenores ´98.
Se trataba de un concierto hecho en París, donde se jugaba la Copa Mundial
de Fútbol de ese año.
No sólo Luciano desafina
Tanto la meta tan obviamente comercial del registro como el pobre papel de
los artistas y sus acompañantes fueron destrozados por la crítica
profesional en los mayores mercados potenciales. Estas desafortunadas circunstancias
les hicieron temer a UMG y WMG que, si -como es normal- los Tres Tenores "viejos"
se vendiesen a menor precio, serían preferidos a la edición 1998.
Razón no les faltaba, pues el primer concierto (Roma, 1990) sigue sin
tener rivales. Más aún: el fracaso de la edición 1998 indujo
a ambas productoras a buscar jóvenes voces en igual registro para sustituir
al trío Pavarotti-Domingo-Carreras. Pero, en general, la nueva generación
se mostró remisa a repetir algo que ya estaba agotado como experiencia.
A poco de formulada la acusación (31 de julio de 2001), AOL Time
Warner llegó a un arreglo con la FTC. No así Vivendi,
cuyo expediente está ahora en manos de la justicia.
Por su parte, Walt Disney Corporation todavía no ha sorteado
completamente los filtros de la SEC. Si bien ya elevó los balances revisados
de 2000 y 2001, faltan datos sobre el primer trimestre de 2002. No obstante,
voceros del grupo siguen hablando de "errores matemáticos en ejercicios
cerrados hace tiempo".
Las cifras en juego (US$ 125 millones en diferencias por estado) distan de
WorldCom, Qwest o Xerox. Pero el desinfle en 2001 -US$ 565 a 440
millones- equivale a 22,2% de las utilidades originalmente declaradas.
Al parecer, luego de las telcos le toca a un área tecnológica
y empresarialmente vinculada: medios y entretenimiento. Donde ya pesan crisis
como Kirch, NTL y Vivendi.
Poco después de saberse que Walt Disney Corporation había
revisado números contables, un juez en Estados Unidos convalidó
una denuncia de la Federal Trade Commission contra Vivendi Universal,
que involucra también a AOL Time Warner.
Se trata de maniobras para fijar de antemano precios para grabaciones de los
Tres Tenores, una marca que ya poco tiene que ver con la música seria.
Aunque sí con Luciano Pavarotti -cuyos gallos lo han llevado a un semirretiro-,
Plácido Domingo y José Carreras.
La FTC (comisión federal de comercio) sostiene que la división
grabaciones musicales de Vivendi Universal impuso la moratoria ilegal
de dos meses sobre los descuentos y la publicidad de los registros ya amortizados
en los formatos de disco compacto, cintas y videos. Esto ocurrió en 1998,
cuando la declinación de Pavarotti y Carreras dificultaba la venta del
nuevo registro.
Según la FTC, Universal Music Group (UMG) y Warner Music Group
(WMG), unidades de los dos conglomerados, "conspiraron ilegalmente para
negar descuentos sobre grabaciones anteriores, para promover Tres Tenores ´98.
Se trataba de un concierto hecho en París, donde se jugaba la Copa Mundial
de Fútbol de ese año.
No sólo Luciano desafina
Tanto la meta tan obviamente comercial del registro como el pobre papel de
los artistas y sus acompañantes fueron destrozados por la crítica
profesional en los mayores mercados potenciales. Estas desafortunadas circunstancias
les hicieron temer a UMG y WMG que, si -como es normal- los Tres Tenores "viejos"
se vendiesen a menor precio, serían preferidos a la edición 1998.
Razón no les faltaba, pues el primer concierto (Roma, 1990) sigue sin
tener rivales. Más aún: el fracaso de la edición 1998 indujo
a ambas productoras a buscar jóvenes voces en igual registro para sustituir
al trío Pavarotti-Domingo-Carreras. Pero, en general, la nueva generación
se mostró remisa a repetir algo que ya estaba agotado como experiencia.
A poco de formulada la acusación (31 de julio de 2001), AOL Time
Warner llegó a un arreglo con la FTC. No así Vivendi,
cuyo expediente está ahora en manos de la justicia.
Por su parte, Walt Disney Corporation todavía no ha sorteado
completamente los filtros de la SEC. Si bien ya elevó los balances revisados
de 2000 y 2001, faltan datos sobre el primer trimestre de 2002. No obstante,
voceros del grupo siguen hablando de "errores matemáticos en ejercicios
cerrados hace tiempo".
Las cifras en juego (US$ 125 millones en diferencias por estado) distan de
WorldCom, Qwest o Xerox. Pero el desinfle en 2001 -US$ 565 a 440
millones- equivale a 22,2% de las utilidades originalmente declaradas.
Al parecer, luego de las telcos le toca a un área tecnológica
y empresarialmente vinculada: medios y entretenimiento. Donde ya pesan crisis
como Kirch, NTL y Vivendi.