Andersen Worldwide, brazo del estudio Arthur Andersen (ambos casi
residuales), debe desembolsar unos US$ 60 millones a accionistas, acreedores,
empleados y el fondo jubilatorio de Enron. Es el primer acuerdo entre partes
tras el colapso de la firma en diciembre. Pero, ayer, un grupo de inversores brasileños
radicó un pleito por US$ 346 millones contra AA, acusándolo de haberse
confabulado con un banco español y funcionarios brasileños para
licuar los activos del Banco Excel Econômico, para comprarlo a bajo
precio.
Entretanto, Merrill Lynch le pagará a un matrimonio de Pennsylvania
US$ 7.700.000 por haberlo asesorado mal en materia de inversiones. Concretamente,
le vendió acciones de Freedom Markets, una puntocom en graves
apuros. Esta indemnización tiene un rasgo peculiar: fue resuelta por
arbitraje privado, algo impensable en tiempos en que los gigantes de Wall Street
eran casi intocables.
En un plano distinto pero vinculado a esos casos, más de treinta empresas
-incluyendo la reaseguradora londinense Lloyd´s– han iniciado demandas
individuales contra la compañía aeronáutica Boeing,
por un total de US$ 80 millones. Todos los pleitos, radicados en Los Ángeles,
derivan de un MD-11 que cayó sobre China en 1999 y alegan fallas estructurales
del propio modelo.
Andersen Worldwide, brazo del estudio Arthur Andersen (ambos casi
residuales), debe desembolsar unos US$ 60 millones a accionistas, acreedores,
empleados y el fondo jubilatorio de Enron. Es el primer acuerdo entre partes
tras el colapso de la firma en diciembre. Pero, ayer, un grupo de inversores brasileños
radicó un pleito por US$ 346 millones contra AA, acusándolo de haberse
confabulado con un banco español y funcionarios brasileños para
licuar los activos del Banco Excel Econômico, para comprarlo a bajo
precio.
Entretanto, Merrill Lynch le pagará a un matrimonio de Pennsylvania
US$ 7.700.000 por haberlo asesorado mal en materia de inversiones. Concretamente,
le vendió acciones de Freedom Markets, una puntocom en graves
apuros. Esta indemnización tiene un rasgo peculiar: fue resuelta por
arbitraje privado, algo impensable en tiempos en que los gigantes de Wall Street
eran casi intocables.
En un plano distinto pero vinculado a esos casos, más de treinta empresas
-incluyendo la reaseguradora londinense Lloyd´s– han iniciado demandas
individuales contra la compañía aeronáutica Boeing,
por un total de US$ 80 millones. Todos los pleitos, radicados en Los Ángeles,
derivan de un MD-11 que cayó sobre China en 1999 y alegan fallas estructurales
del propio modelo.