Como le ocurrió a la ex telefónica estatal, las cuentas de Vivendi fueron muy castigadas por la depreciación de activos. En su caso, el negocio de entretenimiento en Estados Unidos y la división de TV rentada Canal Plus. De acuerdo con el resumen entregado a los medios en París, el quebranto de 2002 casi dobla el de 2001 (€ 23.300 contra 13.600 millones). En ese total, son decisivas las liquidaciones de fondos de comercio, que sumaron 18.400 millones (79% del déficit final). Naturalmente, la compañía no distribuirá dividendos.
En declaraciones a la prensa, el CEP Jean-René Fourtou señaló que sigue abierto a todo tipo de opciones, en cuanto a sacarse de encima negocios irredituables. Desde que reemplazó a Jean-Marie Messier (julio), Fourtou redujo un tercio las tomas de fondos y dio vuelta la política ultraexpansiva de su antecesor. Pero los analistas sostienen que su gestión no está dando los resultados que se esperaban.
“La situación sigue exigiendo un management más dinámico y, hasta el momento, el actual no impresiona a accionistas ni inversores”. Así opina el fondo holandés Robeco Groep, una cartera de € 12.000 millones que ya ha vendido todas sus acciones de Vivendi. El grupo tenía deudas por € 12.300 millones a fines de 2002 y debe reducirlas a bastante menos de 11.000 millones este año.
Como le ocurrió a la ex telefónica estatal, las cuentas de Vivendi fueron muy castigadas por la depreciación de activos. En su caso, el negocio de entretenimiento en Estados Unidos y la división de TV rentada Canal Plus. De acuerdo con el resumen entregado a los medios en París, el quebranto de 2002 casi dobla el de 2001 (€ 23.300 contra 13.600 millones). En ese total, son decisivas las liquidaciones de fondos de comercio, que sumaron 18.400 millones (79% del déficit final). Naturalmente, la compañía no distribuirá dividendos.
En declaraciones a la prensa, el CEP Jean-René Fourtou señaló que sigue abierto a todo tipo de opciones, en cuanto a sacarse de encima negocios irredituables. Desde que reemplazó a Jean-Marie Messier (julio), Fourtou redujo un tercio las tomas de fondos y dio vuelta la política ultraexpansiva de su antecesor. Pero los analistas sostienen que su gestión no está dando los resultados que se esperaban.
“La situación sigue exigiendo un management más dinámico y, hasta el momento, el actual no impresiona a accionistas ni inversores”. Así opina el fondo holandés Robeco Groep, una cartera de € 12.000 millones que ya ha vendido todas sus acciones de Vivendi. El grupo tenía deudas por € 12.300 millones a fines de 2002 y debe reducirlas a bastante menos de 11.000 millones este año.
