En una declaración jurada ante tribunales de las Islas Vírgenes británicas, Jeffrey Galmond –un abogado danés, pese al nombre- manifiesta que el alto funcionario (en esa cartera desde 2000), estaba detrás de Fiduciaty Commerce Trust (FCT), registrado en Liechtenstein. Esta sociedad controlaba el paquete de Tyel’ekominvest (TKI), hoy disputado entre varios.
Los detalles aportados por Galmond pueden ser claves en un juicio que se abre estos días en aquel archipiélago (famoso como “off shore”). Se trata de una batalla emprendida por Alfa –un grupo de oligarcas rusos-, para quedarse con una parte de Myegafón, operador de telefonía móvil donde también están TKI y la sueca TeliaSonera.
La declaración del letrado “danés” fue en respuesta de denuncias interpuestas por esas empresas. Ambas y las autoridades isleñas han denunciado a Reiman por corrupción, peculado y otros delitos.
El hombre siempre ha negado vínculos de cualquier tipo con TKI. Pero el testimonio de Galmond sostiene que el propio abogado estableció FCT en 1997 para manejar acciones de First National Holdings (FNH) que, a su vez, controlaba TKI. “Por consiguiente, Reiman –dice el documento- era protagonista en esos negocios”.
Tanto es así que Galmond planeaba remunerar a Reiman, que era director en TKI a fines de los 90, vía la eventual venta de acciones del FNH a PLD Telekom, por US$ 150 millones. Pero la operación se frustró debido a la crisis financiera desencadenada sobre Rusia en agosto de ese año.
De acuerdo con el abogado, FCT canjeó sus acciones ordinarias en FNH por acciones sin voto en Comtel Eastern (diciembre de 2001) y las redimió en octubre de 2003. Desde entonces, el fideicomiso permanece inactivo. No obstante, Galmond reivindica las acciones del FNH y otras participaciones en Myegafón, vía IPOC (otro fondo, pero instalado en Bermudas).
Como para no quedarse atrás en este juego de sillas musicales, IPOC cuestionó la venta (en 2003) de 25% de Myegafón, por parte de LV Finance –un tercer actor, ahora en la Vírgenes- a Alfa. Según se sabe, el grupo está gerenciado por Míjail Fridman, también es accionista de TNK-BT, un consorcio petrolero anglorruso.
Al cabo, IPOC logró un arbitraje en Ginebra, pero sus rivales obtuvieron un contrarbitraje en Zürich. Además, perdió uno similar en Bahamas. Pero sigue peleando en las Vírgenes. Esta semana, LV Finance y Alfa replicaron que los US$ 40 millones en títulos valores depositados por IPOC para proseguir la apelación en las Vírgenes “proviene de corrupción, peculado y lavado de dinero”.
Algo bastante normal en la oligarquía postsoviética y su contraparte política. Naturalmente, el complicado culebrón continúa.
En una declaración jurada ante tribunales de las Islas Vírgenes británicas, Jeffrey Galmond –un abogado danés, pese al nombre- manifiesta que el alto funcionario (en esa cartera desde 2000), estaba detrás de Fiduciaty Commerce Trust (FCT), registrado en Liechtenstein. Esta sociedad controlaba el paquete de Tyel’ekominvest (TKI), hoy disputado entre varios.
Los detalles aportados por Galmond pueden ser claves en un juicio que se abre estos días en aquel archipiélago (famoso como “off shore”). Se trata de una batalla emprendida por Alfa –un grupo de oligarcas rusos-, para quedarse con una parte de Myegafón, operador de telefonía móvil donde también están TKI y la sueca TeliaSonera.
La declaración del letrado “danés” fue en respuesta de denuncias interpuestas por esas empresas. Ambas y las autoridades isleñas han denunciado a Reiman por corrupción, peculado y otros delitos.
El hombre siempre ha negado vínculos de cualquier tipo con TKI. Pero el testimonio de Galmond sostiene que el propio abogado estableció FCT en 1997 para manejar acciones de First National Holdings (FNH) que, a su vez, controlaba TKI. “Por consiguiente, Reiman –dice el documento- era protagonista en esos negocios”.
Tanto es así que Galmond planeaba remunerar a Reiman, que era director en TKI a fines de los 90, vía la eventual venta de acciones del FNH a PLD Telekom, por US$ 150 millones. Pero la operación se frustró debido a la crisis financiera desencadenada sobre Rusia en agosto de ese año.
De acuerdo con el abogado, FCT canjeó sus acciones ordinarias en FNH por acciones sin voto en Comtel Eastern (diciembre de 2001) y las redimió en octubre de 2003. Desde entonces, el fideicomiso permanece inactivo. No obstante, Galmond reivindica las acciones del FNH y otras participaciones en Myegafón, vía IPOC (otro fondo, pero instalado en Bermudas).
Como para no quedarse atrás en este juego de sillas musicales, IPOC cuestionó la venta (en 2003) de 25% de Myegafón, por parte de LV Finance –un tercer actor, ahora en la Vírgenes- a Alfa. Según se sabe, el grupo está gerenciado por Míjail Fridman, también es accionista de TNK-BT, un consorcio petrolero anglorruso.
Al cabo, IPOC logró un arbitraje en Ginebra, pero sus rivales obtuvieron un contrarbitraje en Zürich. Además, perdió uno similar en Bahamas. Pero sigue peleando en las Vírgenes. Esta semana, LV Finance y Alfa replicaron que los US$ 40 millones en títulos valores depositados por IPOC para proseguir la apelación en las Vírgenes “proviene de corrupción, peculado y lavado de dinero”.
Algo bastante normal en la oligarquía postsoviética y su contraparte política. Naturalmente, el complicado culebrón continúa.