Mientras deliberaban los exportadores, Royal Dutch/Shell, ChevronTexaco y otras compañías estaban evacuando plataformas y otras instalaciones costa afuera en el golfo de Méjico. Eso se debía a la proximidad del huracán Rita, que iba cruzando Florida con rumbo noroeste. Esto puso en segundo plano a la OPEP, mientras los crudos WTI saltaban de US$ 62,90 a 67,20 (+6,8%) el barril en la plaza a término de Nueva York.
La inusitada decisión de la entidad, que implicaría elevar 7% la producción, fue anunciada formalmente el martes en Viena. Algunos ministros del ramo señalaron que era un gesto para mostrar que se estaba haciendo cuanto era posible para frenar los precios, aunque el factor principal fuese por ahora el déficit de refinación.
Según la propuesta, los socios de la OPEP entregaría a las refinerías y otras fuentes de demanda todo el crudo que necesitaran, sin tener presentes cuotas ni límites previos. De todos modos, el techo productivo (en este momento, 28 millones de b/d), compartido por los once miembros salvo Irak, quedaría teóricamente como está.
El esquema fue sugerido por el jeque Ajmad as-Sabah (Kuwait), presidente de turno, con permiso de Saudiarabia, la mayor exportadora dentro de la OPEP. En conjunto, la península arábiga proveería 75% del petróleo adicional.
Bien visto, nada de eso es nuevo. De hecho, Riyadh reiteró un compromiso existente (elevar extracción a la capacidad máxima, o sea de 9,5 a 11 millones de b/d) desde el huracán Katrina. Más o menos cuando el WTI rozaba US$ 70,85 el barril.
El “lobby” petrolero privado no comparte la alegría de George W. Bush ante estas concesiones. “Esta movida de la OPEP es puramente simbólica”, afirma Lawrence Goldstein, presidente de la Petroleum Industry Research Foundation. “La entidad quiere dar la impresión de ser responsable, pero por el momento es casi impotente para modificar la situación”.
Por cierto, la organización viene siendo objeto de críticas, por parte de países importadores –sobre todo los de Europa occidental-, que le exigen actuar con mayor decisión y dejar de lado las restricciones en materia refinadora. Esos estados sospechan que elementos de la OPEP cooperan con operadores y especuladores a término en inflar cotizaciones, sean cuales fueren los factores del momento. A la larga, temen, estas maniobras pueden crear recesión y perjudicar la economía mundial.
Mientras deliberaban los exportadores, Royal Dutch/Shell, ChevronTexaco y otras compañías estaban evacuando plataformas y otras instalaciones costa afuera en el golfo de Méjico. Eso se debía a la proximidad del huracán Rita, que iba cruzando Florida con rumbo noroeste. Esto puso en segundo plano a la OPEP, mientras los crudos WTI saltaban de US$ 62,90 a 67,20 (+6,8%) el barril en la plaza a término de Nueva York.
La inusitada decisión de la entidad, que implicaría elevar 7% la producción, fue anunciada formalmente el martes en Viena. Algunos ministros del ramo señalaron que era un gesto para mostrar que se estaba haciendo cuanto era posible para frenar los precios, aunque el factor principal fuese por ahora el déficit de refinación.
Según la propuesta, los socios de la OPEP entregaría a las refinerías y otras fuentes de demanda todo el crudo que necesitaran, sin tener presentes cuotas ni límites previos. De todos modos, el techo productivo (en este momento, 28 millones de b/d), compartido por los once miembros salvo Irak, quedaría teóricamente como está.
El esquema fue sugerido por el jeque Ajmad as-Sabah (Kuwait), presidente de turno, con permiso de Saudiarabia, la mayor exportadora dentro de la OPEP. En conjunto, la península arábiga proveería 75% del petróleo adicional.
Bien visto, nada de eso es nuevo. De hecho, Riyadh reiteró un compromiso existente (elevar extracción a la capacidad máxima, o sea de 9,5 a 11 millones de b/d) desde el huracán Katrina. Más o menos cuando el WTI rozaba US$ 70,85 el barril.
El “lobby” petrolero privado no comparte la alegría de George W. Bush ante estas concesiones. “Esta movida de la OPEP es puramente simbólica”, afirma Lawrence Goldstein, presidente de la Petroleum Industry Research Foundation. “La entidad quiere dar la impresión de ser responsable, pero por el momento es casi impotente para modificar la situación”.
Por cierto, la organización viene siendo objeto de críticas, por parte de países importadores –sobre todo los de Europa occidental-, que le exigen actuar con mayor decisión y dejar de lado las restricciones en materia refinadora. Esos estados sospechan que elementos de la OPEP cooperan con operadores y especuladores a término en inflar cotizaciones, sean cuales fueren los factores del momento. A la larga, temen, estas maniobras pueden crear recesión y perjudicar la economía mundial.