jueves, 26 de diciembre de 2024

Se renueva el tironeo entre Advanced Micro Devices e Intel

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Hace más de quince años que las utilidades de quienes fabrican hardware ceden ante las de sus proveedores; en particular, Microsoft (software) e Intel (semiconductores). Ahora, AMD plantea una estrategia innovadora.

El mejicano Héctor Ruiz, presidente ejecutivo de la firma, presiona para que se trate a los clientes como socios. Algunos expertos lo ven como un simple gesto vacío, acompañando la última moda en marketing y management. Otros subrayan un punto clave: Advanced Micro Devices se ha dedicado a explorar ideas y sugestiones de quienes fabrican computadoras –usuarios de sus chips- , lo cual le confiere una ventaja que hoy Intel busca imitar.

En rigor, la tecnología de AMD comienza a seducir empresas que, hasta hora, preferían Intel. El contraste entre ambos se hizo claro en el estado trimestral de la primera: los ingresos de enero-marzo sextuplican los de la segunda, que perdió ventas y espera lo mismo para el trimestre en curso. En efecto, las utilidades brutas de Intel fueron 55%, algo lejos del 59% que esperaba Wall Street y la empresa anticipa apenas 49% en abril-junio.

A la inversa, los márgenes de AMD alcanzaron 58,5%. Amén de superar los de la rival, constituyen algo poco frecuente en los últimos veinticinco años. Pero más asombroso es que cada vez más expertos estimen que AMD podría absorber 25 a 33% del segmento, aunque Intel contrataque bajando precios y lanzado novedades.

La “culpa” es de Ruiz, que llegó a la compañía en 2000, tras veintidós años en Motorola. Luego de despedir a los veteranos heredados de Jerry Sanders –célebre por sus extravagancias y mala administración-, elevó eficiencia en planta y, al cabo, vendió una división de chips para memorias que impedía mejorar utilidades. Al carecer de los recursos y la influencia (a veces abusiva) de Intel, AMD se decidió por caminos más sencillos.

Cuando la líder sectorial lanzó la línea Itanium (64 bitios) a fines de los 90, su rival hizo cambios en sus viejos x86 y los llevó a 64 bitios. Por otro lado, la estrategia de “escuchar al usuario” atrajo clientes como Hewlett-Packard. Precisamente, porque AMD efectuó modificaciones sugeridas por el gigante. Esto irritó al itálico Paul Otellini, CEO de Intel que se atribuye la idea puesta en práctica por el hispánico Ruiz.

El mejicano Héctor Ruiz, presidente ejecutivo de la firma, presiona para que se trate a los clientes como socios. Algunos expertos lo ven como un simple gesto vacío, acompañando la última moda en marketing y management. Otros subrayan un punto clave: Advanced Micro Devices se ha dedicado a explorar ideas y sugestiones de quienes fabrican computadoras –usuarios de sus chips- , lo cual le confiere una ventaja que hoy Intel busca imitar.

En rigor, la tecnología de AMD comienza a seducir empresas que, hasta hora, preferían Intel. El contraste entre ambos se hizo claro en el estado trimestral de la primera: los ingresos de enero-marzo sextuplican los de la segunda, que perdió ventas y espera lo mismo para el trimestre en curso. En efecto, las utilidades brutas de Intel fueron 55%, algo lejos del 59% que esperaba Wall Street y la empresa anticipa apenas 49% en abril-junio.

A la inversa, los márgenes de AMD alcanzaron 58,5%. Amén de superar los de la rival, constituyen algo poco frecuente en los últimos veinticinco años. Pero más asombroso es que cada vez más expertos estimen que AMD podría absorber 25 a 33% del segmento, aunque Intel contrataque bajando precios y lanzado novedades.

La “culpa” es de Ruiz, que llegó a la compañía en 2000, tras veintidós años en Motorola. Luego de despedir a los veteranos heredados de Jerry Sanders –célebre por sus extravagancias y mala administración-, elevó eficiencia en planta y, al cabo, vendió una división de chips para memorias que impedía mejorar utilidades. Al carecer de los recursos y la influencia (a veces abusiva) de Intel, AMD se decidió por caminos más sencillos.

Cuando la líder sectorial lanzó la línea Itanium (64 bitios) a fines de los 90, su rival hizo cambios en sus viejos x86 y los llevó a 64 bitios. Por otro lado, la estrategia de “escuchar al usuario” atrajo clientes como Hewlett-Packard. Precisamente, porque AMD efectuó modificaciones sugeridas por el gigante. Esto irritó al itálico Paul Otellini, CEO de Intel que se atribuye la idea puesta en práctica por el hispánico Ruiz.

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