Ambas compañías aspiraban a revolucionar la industria de la radio ofreciendo, a través de muchos canales, programas de la mayor variedad para pequeños segmentos de la audiencia. Pero no sólo no han tenido ganancias – ninguna de las dos – sino que han generado pérdidas multimillonarias. Parecería, según versiones que circulan en el medio, que las conversaciones comenzaron en diciembre, cuando ambas compañías decidieron que les convenía cerrar el acuerdo antes de que el presidente Bush termine su mandato.
Las empresas dijeron a la prensa que su fusión – una operación valuada en US$ 13.000 millones cuyo nombre en código es Project Big Sky — daría a los consumidores una gama de programación mucho más amplia y eliminaría repetición de estaciones musicales. También reduciría la duplicación de costos en ventas y marketing.
Ya está claro que una fusión entre las dos grandes requerirá la aprobación del Departamento de Justicia y tendría que ser analizada por la Federal Communications Commission (FCC).
La operación propuesta promete convertirse en un test para comprobar si los reguladores ven una combinación de XM y Sirius como monopolio de radios satelitales o si la consideran como otro entretenimiento más, como los iPods, radio en Internet o radio HD.
Tanto Sirius como XM han aumentado considerablemente el número de clientes desde que hace seis años comenzaron a vender el concepto de radio por suscripción. Sin embargo, esperaban más crecimiento. Los suscriptores al fin y al cabo no son tantos y algunos reciben el servicio gratuito por un período de prueba cuando compran un auto o camión nuevo. Lo cierto es que ambos servicios, juntos, han acumulado pérdidas por US$ 6.000 millones.
Por el momento, los servicios de ambas no son compatibles. Si se aprueba la fusión, ofrecerían a los suscriptores la tecnología que les permita acceder a ambos.
Las críticas abundan. La National Association of Broadcasters, un grupo comercial que representa a las estaciones de radio y televisión, publicó una declaración a poco de conocerse en anuncio XM-Sirius denunciando el acuerdo como monopolio.
Ambas compañías aspiraban a revolucionar la industria de la radio ofreciendo, a través de muchos canales, programas de la mayor variedad para pequeños segmentos de la audiencia. Pero no sólo no han tenido ganancias – ninguna de las dos – sino que han generado pérdidas multimillonarias. Parecería, según versiones que circulan en el medio, que las conversaciones comenzaron en diciembre, cuando ambas compañías decidieron que les convenía cerrar el acuerdo antes de que el presidente Bush termine su mandato.
Las empresas dijeron a la prensa que su fusión – una operación valuada en US$ 13.000 millones cuyo nombre en código es Project Big Sky — daría a los consumidores una gama de programación mucho más amplia y eliminaría repetición de estaciones musicales. También reduciría la duplicación de costos en ventas y marketing.
Ya está claro que una fusión entre las dos grandes requerirá la aprobación del Departamento de Justicia y tendría que ser analizada por la Federal Communications Commission (FCC).
La operación propuesta promete convertirse en un test para comprobar si los reguladores ven una combinación de XM y Sirius como monopolio de radios satelitales o si la consideran como otro entretenimiento más, como los iPods, radio en Internet o radio HD.
Tanto Sirius como XM han aumentado considerablemente el número de clientes desde que hace seis años comenzaron a vender el concepto de radio por suscripción. Sin embargo, esperaban más crecimiento. Los suscriptores al fin y al cabo no son tantos y algunos reciben el servicio gratuito por un período de prueba cuando compran un auto o camión nuevo. Lo cierto es que ambos servicios, juntos, han acumulado pérdidas por US$ 6.000 millones.
Por el momento, los servicios de ambas no son compatibles. Si se aprueba la fusión, ofrecerían a los suscriptores la tecnología que les permita acceder a ambos.
Las críticas abundan. La National Association of Broadcasters, un grupo comercial que representa a las estaciones de radio y televisión, publicó una declaración a poco de conocerse en anuncio XM-Sirius denunciando el acuerdo como monopolio.