Un análisis confidencial de la Comisión europea, obtenido por el “Financial times”, sugiere a Bruselas restringir el acceso de empresas extrazonales a los sectores de energía y combustibles. Para ello, recomienda “cláusulas de reciprocidad” que excluyan países como Rusia o Saudiarabia, donde las empresas de la Unión Europea “afrontan severas restricciones para invertir”.
Las propuestas del documento –que azoran a los mercantilistas ingleses- se vinculan a planes para estimular la competencia intrazonal, que serán anunciados el 19 de septiembre. Pero otro trabajo interno sostiene que la región quedaría “muy vulnerable a estrategias comerciales de terceros, orientadas a controlar el mercado de la UE en términos de oferta. Ello afectaría redes de electricidad y gas natural”.
Ese tipo de inversiones extrazonales podría involucrar motivos no estrictamente económicos, sino geopolíticos. El FT apunta que hay temores –mayormente en Polonia- de que Rusia, proveedor clave de hidrocarburos a Europa occidental, emplee Gazprom, otras empresas y fondos estatales de inversión para dominar el aporte de combustibles –y de capitales- a la UE.
Para contrarrestar esas tentaciones, señalan ambos documentos, sería preciso declarar “sectores estratégicos”, demasiado críticos para dejarlos abierto a no europeos, a la electricidad y los combustibles. Por mucho menos de eso, los norteamericanos y sus operadores regionales demonizan a Venezuela o Bolivia.
La táctica es muy usada en Francia para proteger a grandes empresas -en sectores muy distantes entre sí- de la competencia abierta… fomentada por la CE. Sus argumentos “neonacionalistas” no se reducen tampoco a la UE y llegan a Estados Unidos.
En 2005, se rechazó redondamente la compra de la californiana UnoCal (cuyos yacimientos submarinos de gas están en Asia sudoriental) por la petrolera china Cnooc. En 2006,el congreso bloqueó la venta a Dubái de seis terminales portuarias sobre el Atlántico y el golfo de México.
Un análisis confidencial de la Comisión europea, obtenido por el “Financial times”, sugiere a Bruselas restringir el acceso de empresas extrazonales a los sectores de energía y combustibles. Para ello, recomienda “cláusulas de reciprocidad” que excluyan países como Rusia o Saudiarabia, donde las empresas de la Unión Europea “afrontan severas restricciones para invertir”.
Las propuestas del documento –que azoran a los mercantilistas ingleses- se vinculan a planes para estimular la competencia intrazonal, que serán anunciados el 19 de septiembre. Pero otro trabajo interno sostiene que la región quedaría “muy vulnerable a estrategias comerciales de terceros, orientadas a controlar el mercado de la UE en términos de oferta. Ello afectaría redes de electricidad y gas natural”.
Ese tipo de inversiones extrazonales podría involucrar motivos no estrictamente económicos, sino geopolíticos. El FT apunta que hay temores –mayormente en Polonia- de que Rusia, proveedor clave de hidrocarburos a Europa occidental, emplee Gazprom, otras empresas y fondos estatales de inversión para dominar el aporte de combustibles –y de capitales- a la UE.
Para contrarrestar esas tentaciones, señalan ambos documentos, sería preciso declarar “sectores estratégicos”, demasiado críticos para dejarlos abierto a no europeos, a la electricidad y los combustibles. Por mucho menos de eso, los norteamericanos y sus operadores regionales demonizan a Venezuela o Bolivia.
La táctica es muy usada en Francia para proteger a grandes empresas -en sectores muy distantes entre sí- de la competencia abierta… fomentada por la CE. Sus argumentos “neonacionalistas” no se reducen tampoco a la UE y llegan a Estados Unidos.
En 2005, se rechazó redondamente la compra de la californiana UnoCal (cuyos yacimientos submarinos de gas están en Asia sudoriental) por la petrolera china Cnooc. En 2006,el congreso bloqueó la venta a Dubái de seis terminales portuarias sobre el Atlántico y el golfo de México.