El intendente de San Miguel y ex militar carapintada Aldo Rico trasladó ayer a las 5 de la mañana su oficina al hospital municipal Raúl Lacarde, con el objetivo de llevar adelante una reforma tendiente a “garantizar su funcionamiento”, dijo el funcionario. Rico fundamentó la “toma” del Lacarde en la existencia de “fuerzas políticas que permiten que se dilapide el dinero invertido en el hospital”. Por su parte, los médicos y empleados del establecimiento repudiaron la actitud del intendente, quien reconoció: “Soy autoritario”. Pero no sólo los trabajadores del Lacarde expresaron su repudio; también hubo una protesta callejera, frente al hospital, encabezada por el gremio de trabajadores comunales, que acusa a Rico de querer privatizar el establecimiento, y apoyada por unas 300 personas, entre vecinos, pacientes y militantes de la Alianza y partidos de izquierda. El intendente cuestionó a la dirección del Lacarde: “Son unos vagos que integran una mafia médica”, sostuvo Rico.
El intendente de San Miguel y ex militar carapintada Aldo Rico trasladó ayer a las 5 de la mañana su oficina al hospital municipal Raúl Lacarde, con el objetivo de llevar adelante una reforma tendiente a “garantizar su funcionamiento”, dijo el funcionario. Rico fundamentó la “toma” del Lacarde en la existencia de “fuerzas políticas que permiten que se dilapide el dinero invertido en el hospital”. Por su parte, los médicos y empleados del establecimiento repudiaron la actitud del intendente, quien reconoció: “Soy autoritario”. Pero no sólo los trabajadores del Lacarde expresaron su repudio; también hubo una protesta callejera, frente al hospital, encabezada por el gremio de trabajadores comunales, que acusa a Rico de querer privatizar el establecimiento, y apoyada por unas 300 personas, entre vecinos, pacientes y militantes de la Alianza y partidos de izquierda. El intendente cuestionó a la dirección del Lacarde: “Son unos vagos que integran una mafia médica”, sostuvo Rico.
