Una señal clara de que se intenta perfilar una política de Estado que muestre consenso social para alcanzar objetivos comunes, es la presencia del senador Eduardo Menem en la comitiva que acompaña al Presidente en su gira internacional.
Poco antes de subir al avión, el legislador procuró precisar su posición personal.
1. Solicitó que el ajuste en los gastos fiscales no signifique mayores problemas para los sectores más castigados y reclamó que se acuerde en torno a lineamientos básicos que no deberían ser materia de discusión política.
2. Un nuevo ajuste en las provincias solamente traería más miseria, problemas sociales y eventuales estallidos.
3. Consideró que el gobierno creyó que las medidas tomadas por Economía eran lo más conveniente para el país, pero a su juicio partieron de un error de diagnóstico y agravaron la crisis.
Esta posición es compartida en general por los 14 gobernadores justicialistas, que exigen el cumplimiento del Acuerdo Fiscal Federal, firmado en diciembre por el gobierno nacional, por el que se comprometió el envío anual de $ 1.350 millones para sostener las economías provinciales.
Con discrepancias en el orden táctico, los mandatarios mantienen un perfil estratégico común, que apunta a establecer un compromiso concreto para reactivar la economía sin practicar nueva cirugías en su presupuesto.
Todos se han mostrado, en mayor o menor grado, cautos en el apoyo a la movilización de los gremios del viernes. Aspiran a introducir cambios, en la medida en que no afecten la estabilidad del sistema democrático.
Tienen en claro que el país no puede permitirse nuevos terremotos sociales, pero a la vez conservan el ojo puesto en las elecciones legislativas del año próximo y en la renovación del mandato presidencial en 2003.
Una señal clara de que se intenta perfilar una política de Estado que muestre consenso social para alcanzar objetivos comunes, es la presencia del senador Eduardo Menem en la comitiva que acompaña al Presidente en su gira internacional.
Poco antes de subir al avión, el legislador procuró precisar su posición personal.
1. Solicitó que el ajuste en los gastos fiscales no signifique mayores problemas para los sectores más castigados y reclamó que se acuerde en torno a lineamientos básicos que no deberían ser materia de discusión política.
2. Un nuevo ajuste en las provincias solamente traería más miseria, problemas sociales y eventuales estallidos.
3. Consideró que el gobierno creyó que las medidas tomadas por Economía eran lo más conveniente para el país, pero a su juicio partieron de un error de diagnóstico y agravaron la crisis.
Esta posición es compartida en general por los 14 gobernadores justicialistas, que exigen el cumplimiento del Acuerdo Fiscal Federal, firmado en diciembre por el gobierno nacional, por el que se comprometió el envío anual de $ 1.350 millones para sostener las economías provinciales.
Con discrepancias en el orden táctico, los mandatarios mantienen un perfil estratégico común, que apunta a establecer un compromiso concreto para reactivar la economía sin practicar nueva cirugías en su presupuesto.
Todos se han mostrado, en mayor o menor grado, cautos en el apoyo a la movilización de los gremios del viernes. Aspiran a introducir cambios, en la medida en que no afecten la estabilidad del sistema democrático.
Tienen en claro que el país no puede permitirse nuevos terremotos sociales, pero a la vez conservan el ojo puesto en las elecciones legislativas del año próximo y en la renovación del mandato presidencial en 2003.
