Al promediar la tarde, el ministro del Interior, Federico Storani, acompañado por el secretario de Asuntos Políticos, Carlos Becerra, abrirá el diálogo con el vicepresidente del PJ,. Rubén Marín, y el senador Eduardo Bauzá. Este encuentro fue preparado durante el diálogo telefónico que mantuviera Fernando de la Rúa con el ex Presidente Carlos Saúl Menem, y que completa, en orden al acercamiento con la oposición, el diálogo abierto con el presidente del PJ bonaerense y ex gobernador, Eduardo Duhalde.
El temario será variado. Entre otros temas, figuran el tratamiento de las leyes de emergencia económica en el Congreso, la situación de las pequeñas y medianas empresas, las economías regionales y el financiamiento de los partidos políticos.
La próxima entrevista del ministro tiene una canalizaciín mucho más llevadera. Convocará al presidente de su propio partido, Raúl Alfonsín, un hombre de reiterada lealtad el gobierno que, sin embargo, no se ha privado de deslizar diversas críticas respecto de su política económica y social.
Por líneas paralelas, el ministro de trabajo, Alberto Flamarique, un operador dinámico, reiteró ayer que aspira a no cortar sus contactos con el jefe de la CGT disidente, Hugo Moyano, con el propósito de abrir un espacio de análisis de la situación del país, con el mutuo objetivo de propiciar el desarrollo productivo y el bienestar de la población.
Al promediar la tarde, el ministro del Interior, Federico Storani, acompañado por el secretario de Asuntos Políticos, Carlos Becerra, abrirá el diálogo con el vicepresidente del PJ,. Rubén Marín, y el senador Eduardo Bauzá. Este encuentro fue preparado durante el diálogo telefónico que mantuviera Fernando de la Rúa con el ex Presidente Carlos Saúl Menem, y que completa, en orden al acercamiento con la oposición, el diálogo abierto con el presidente del PJ bonaerense y ex gobernador, Eduardo Duhalde.
El temario será variado. Entre otros temas, figuran el tratamiento de las leyes de emergencia económica en el Congreso, la situación de las pequeñas y medianas empresas, las economías regionales y el financiamiento de los partidos políticos.
La próxima entrevista del ministro tiene una canalizaciín mucho más llevadera. Convocará al presidente de su propio partido, Raúl Alfonsín, un hombre de reiterada lealtad el gobierno que, sin embargo, no se ha privado de deslizar diversas críticas respecto de su política económica y social.
Por líneas paralelas, el ministro de trabajo, Alberto Flamarique, un operador dinámico, reiteró ayer que aspira a no cortar sus contactos con el jefe de la CGT disidente, Hugo Moyano, con el propósito de abrir un espacio de análisis de la situación del país, con el mutuo objetivo de propiciar el desarrollo productivo y el bienestar de la población.
