Explican las ventajas de la canasta

Según el ministro Cavallo, el proyecto por el cual el euro se incorporaría al plan de convertibilidad no es una devaluación encubierta, sino que responde a la necesidad de estabilizar los precios domésticos.

La nueva política monetaria que propone el Gobierno argentino no generará una devaluación sino que permitirá “estabilizar aún más los precios domésticos”, aseguró el ministro de Economía, Domingo Cavallo.

En un artículo publicado ayer (domingo 22) con su firma en el centenario del diario La Nación, bajo el título “Por qué la canasta es un cambio conveniente”, el ministro volvió a defender su idea de incorporar al euro al esquema de Convertibilidad que sostiene la estabilidad del peso argentino desde 1991.

“En la propuesta, la paridad fija del peso con el dólar pasará a ser una paridad fija que se corresponde con el promedio de dos monedas: el euro y el dólar, según un cambio que no será operativo mientras esas monedas no alcancen la paridad entre ellas”, explicó.

Cavallo fue el creador en abril de 1991 del sistema de Convertibilidad que estableció por ley que un peso es igual a un dólar estadounidense y obligó al Banco Central a mantener reservas equivalentes a la cantidad de dinero en circulación.

Ahora propone alterar el esquema esencialmente por dos factores, como son “el surgimiento del euro y la erradicación de todo vestigio de inflación” en el país.

“Durante los últimos años, la apreciación del dólar agravó nuestros problemas de competencia, forzó un fuerte proceso de deflación y en parte explica lo prolongado de nuestra recesión”, indicó el ministro.

Sostuvo que la reforma que propone, con la incorporación del euro, “está concebida para evitar en el futuro fluctuaciones y para dotar a nuestra moneda de mayor estabilidad relativo al conjunto de monedas relevantes para el sector productivo argentino”.

Cavallo dedicó un par de párrafos en su artículo para explicar por qué no eligió otras monedas para integrar a la canasta cuyo promedio fijará el precio del peso.

“No podíamos incluir monedas que tuvieran a su vez un sesgo inflacionario, ya que, de hacerlo, estaríamos importando inflación de dichas economías”, subrayó.

En este punto, destacó “la conveniencia de no incluir al real, aún a sabiendas de que Brasil es un socio comercial importante”.

“La idea de este cambio -continuó Cavallo- no es la de producir una devaluación encubierta sino la de generar un régimen monetario que permita estabilizar aún más los precios domésticos”.

El ministro intentó tranquilizar con esa frase a quienes temen que el cambio monetario derive en una devaluación o produzca un cambio brusco en la situación de las personas endeudadas en dólares.

“Si uno reconvirtiera las deudas a una combinación de mitad dólares y mitad euros tendrá una certeza absoluta del valor de esa deuda. Estamos seguros de que el sector financiero facilitará esos instrumentos en el corto plazo”, completó.

La nueva política monetaria que propone el Gobierno argentino no generará una devaluación sino que permitirá “estabilizar aún más los precios domésticos”, aseguró el ministro de Economía, Domingo Cavallo.

En un artículo publicado ayer (domingo 22) con su firma en el centenario del diario La Nación, bajo el título “Por qué la canasta es un cambio conveniente”, el ministro volvió a defender su idea de incorporar al euro al esquema de Convertibilidad que sostiene la estabilidad del peso argentino desde 1991.

“En la propuesta, la paridad fija del peso con el dólar pasará a ser una paridad fija que se corresponde con el promedio de dos monedas: el euro y el dólar, según un cambio que no será operativo mientras esas monedas no alcancen la paridad entre ellas”, explicó.

Cavallo fue el creador en abril de 1991 del sistema de Convertibilidad que estableció por ley que un peso es igual a un dólar estadounidense y obligó al Banco Central a mantener reservas equivalentes a la cantidad de dinero en circulación.

Ahora propone alterar el esquema esencialmente por dos factores, como son “el surgimiento del euro y la erradicación de todo vestigio de inflación” en el país.

“Durante los últimos años, la apreciación del dólar agravó nuestros problemas de competencia, forzó un fuerte proceso de deflación y en parte explica lo prolongado de nuestra recesión”, indicó el ministro.

Sostuvo que la reforma que propone, con la incorporación del euro, “está concebida para evitar en el futuro fluctuaciones y para dotar a nuestra moneda de mayor estabilidad relativo al conjunto de monedas relevantes para el sector productivo argentino”.

Cavallo dedicó un par de párrafos en su artículo para explicar por qué no eligió otras monedas para integrar a la canasta cuyo promedio fijará el precio del peso.

“No podíamos incluir monedas que tuvieran a su vez un sesgo inflacionario, ya que, de hacerlo, estaríamos importando inflación de dichas economías”, subrayó.

En este punto, destacó “la conveniencia de no incluir al real, aún a sabiendas de que Brasil es un socio comercial importante”.

“La idea de este cambio -continuó Cavallo- no es la de producir una devaluación encubierta sino la de generar un régimen monetario que permita estabilizar aún más los precios domésticos”.

El ministro intentó tranquilizar con esa frase a quienes temen que el cambio monetario derive en una devaluación o produzca un cambio brusco en la situación de las personas endeudadas en dólares.

“Si uno reconvirtiera las deudas a una combinación de mitad dólares y mitad euros tendrá una certeza absoluta del valor de esa deuda. Estamos seguros de que el sector financiero facilitará esos instrumentos en el corto plazo”, completó.

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