viernes, 27 de diciembre de 2024

EE.UU.: a más de US$ 7,38 billones, la deuda toca techo

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La secretaria de Hacienda reveló que el endeudamiento federal sumará US$ 7,384 billones a fin de octubre. Es decir, está en el techo autorizado por el Congreso, significa casi 6,8% del producto bruto interno y traba la emisión de deuda.

Por supuesto, los jefes de las bancadas opositoras en el Senado y en Diputados se lanzaron contra la gestión fiscal de George W.Bush. Especialmente, sus “regalos” tributarios a sectores de altos ingresos, rentistas bursátiles y grandes empresas. Con la tercera rebaja impositiva (US$ 145.000 millones), impuesta por la mayoría republicana en la cámara alta, los beneficios para 2011-12 suman ya casi US$ 2,5 billones.

Lo malo de tocar el límite legal es que, mientras no se vote su aumento (a nueve billones, se dice en Wall Street), el reglamento no prevea suspender privilegios tributarios. Al revés, se restringirán partidas dedicadas a jubilaciones públicas en escala federal, estadual y comunal. Por supuesto, esto no atraerá votos al oficialismo, pero los estrategas de la campaña esperan que –cuando sus efectos lleguen a los bolsillos-, Bush ya habrá logrado la reelección.

Tampoco le será posible a la Tesorería –desde mediados de noviembre- emitir deuda nueva. Esto es, letras y bonos para financiar el impetuoso déficit fiscal, los gastos en Irak y la administración pública federal. Se explica, pues, que John Snow (secretario del ramo) haya solicitado al Congreso “con suma urgencia” elevar el tope. Técnicamente, desde mediados de nombre el gobierno no podrá contraer obligaciones para solventarse.

El pedido de Snow “es una vergüenza. El gobierno republicano admite que la política fiscal es un fracaso y afecta a los norteamericanos. Salvo a los beneficiados por la imprudente generosidad tributaria”. Así hablaba Nancy Pelosi, jefe de la minoría demócrata en Representantes.

Poco antes de conocerse la “saturación del endeudamiento”, Hacienda revelaba que el déficit primario del ejercicio 2004 –cerrado en septiembre- suma US$ 412.550 millones. Es la mayor brecha nominal de la historia y representa 3.6% del PBI.

Por supuesto, los jefes de las bancadas opositoras en el Senado y en Diputados se lanzaron contra la gestión fiscal de George W.Bush. Especialmente, sus “regalos” tributarios a sectores de altos ingresos, rentistas bursátiles y grandes empresas. Con la tercera rebaja impositiva (US$ 145.000 millones), impuesta por la mayoría republicana en la cámara alta, los beneficios para 2011-12 suman ya casi US$ 2,5 billones.

Lo malo de tocar el límite legal es que, mientras no se vote su aumento (a nueve billones, se dice en Wall Street), el reglamento no prevea suspender privilegios tributarios. Al revés, se restringirán partidas dedicadas a jubilaciones públicas en escala federal, estadual y comunal. Por supuesto, esto no atraerá votos al oficialismo, pero los estrategas de la campaña esperan que –cuando sus efectos lleguen a los bolsillos-, Bush ya habrá logrado la reelección.

Tampoco le será posible a la Tesorería –desde mediados de noviembre- emitir deuda nueva. Esto es, letras y bonos para financiar el impetuoso déficit fiscal, los gastos en Irak y la administración pública federal. Se explica, pues, que John Snow (secretario del ramo) haya solicitado al Congreso “con suma urgencia” elevar el tope. Técnicamente, desde mediados de nombre el gobierno no podrá contraer obligaciones para solventarse.

El pedido de Snow “es una vergüenza. El gobierno republicano admite que la política fiscal es un fracaso y afecta a los norteamericanos. Salvo a los beneficiados por la imprudente generosidad tributaria”. Así hablaba Nancy Pelosi, jefe de la minoría demócrata en Representantes.

Poco antes de conocerse la “saturación del endeudamiento”, Hacienda revelaba que el déficit primario del ejercicio 2004 –cerrado en septiembre- suma US$ 412.550 millones. Es la mayor brecha nominal de la historia y representa 3.6% del PBI.

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