La mezcla de guerra civil y ocupación inició este domingo el quinto año No fue la “blitzkrieg” imaginada por George W.Bush tras la toma de Bagdad (2003). La ejecución de Saddam no condujo a la democracia e Irak ha vuelto a ser tres países.
Hasta mediados de marzo, la guerra acumulaba 66.000 muertos. De ellos, alrededor de 6.300 uniformados iraquíes y 3.450 militares extranjeros. En este grupo se incluyen poco más de 3.200 norteamericanos. Dejando de lado 95 periodistas y 390 empleados de empresas extranjeras (salvo los de Halliburton-KBR, que los mantiene en secreto), esas cifras explican el colapso político de Bush, su aliado incondicional, Antony Blair, el partido republicano y el laborismo.
Pero Washington no ceja. A su actual cantidad de tropas (141.000) sumará pronto 4.700 y le exige al congreso otras 21.500. El total de efectivos roza 155.000, incluyendo 7.000 británicos, 2.300 surcoreanos, 900 polacos y 550 australianos. Los costos de la guerra orillan US$ 152 millones diarios y totalizarán US$ 500.000 millones hacia 2008, si los parlamentarios no frenan a Bush y su eminencia gris, Richard Cheney.
Hasta este fin de semana, hubo 1.280 atentados, que dejaron 11.300 muertos y 23.000 heridos e inválidos, de los cuales 35% menores de edad. Una mirada a cuatro mapas –mediados de 2003, fin de 2004, 2005 y 2006- señala que las áreas de conflicto (la mayor, alrededor de Bagdad) han ido creciendo y, de hecho, su superficie conjunta se quintuplicó desde la invasión.
Ya al terminar la primera guerra del golfo (1991), un paraguas aéreo establecido por los aliados permitió que el noreste kurdo se hiciera autónomo, con gobierno propio. El resto del país inventado por Gran Bretaña en 1921, en aras de las grandes petroleras, quedó dividido entre la mayoría shií (sudeste) y la minoría sunní (centro). Hasta 1920, eran tres provincias otomanas, Mosul, Bagdad y Basora (ésta abarcaba el actual Kuweit). Salvo la zona kurda, el resto ha sido abandonado ya por casi dos millones de exilados, que marcharon mayormente a Siria (1.200.000) y Jordania (750.000).
La mezcla de guerra civil y ocupación inició este domingo el quinto año No fue la “blitzkrieg” imaginada por George W.Bush tras la toma de Bagdad (2003). La ejecución de Saddam no condujo a la democracia e Irak ha vuelto a ser tres países.
Hasta mediados de marzo, la guerra acumulaba 66.000 muertos. De ellos, alrededor de 6.300 uniformados iraquíes y 3.450 militares extranjeros. En este grupo se incluyen poco más de 3.200 norteamericanos. Dejando de lado 95 periodistas y 390 empleados de empresas extranjeras (salvo los de Halliburton-KBR, que los mantiene en secreto), esas cifras explican el colapso político de Bush, su aliado incondicional, Antony Blair, el partido republicano y el laborismo.
Pero Washington no ceja. A su actual cantidad de tropas (141.000) sumará pronto 4.700 y le exige al congreso otras 21.500. El total de efectivos roza 155.000, incluyendo 7.000 británicos, 2.300 surcoreanos, 900 polacos y 550 australianos. Los costos de la guerra orillan US$ 152 millones diarios y totalizarán US$ 500.000 millones hacia 2008, si los parlamentarios no frenan a Bush y su eminencia gris, Richard Cheney.
Hasta este fin de semana, hubo 1.280 atentados, que dejaron 11.300 muertos y 23.000 heridos e inválidos, de los cuales 35% menores de edad. Una mirada a cuatro mapas –mediados de 2003, fin de 2004, 2005 y 2006- señala que las áreas de conflicto (la mayor, alrededor de Bagdad) han ido creciendo y, de hecho, su superficie conjunta se quintuplicó desde la invasión.
Ya al terminar la primera guerra del golfo (1991), un paraguas aéreo establecido por los aliados permitió que el noreste kurdo se hiciera autónomo, con gobierno propio. El resto del país inventado por Gran Bretaña en 1921, en aras de las grandes petroleras, quedó dividido entre la mayoría shií (sudeste) y la minoría sunní (centro). Hasta 1920, eran tres provincias otomanas, Mosul, Bagdad y Basora (ésta abarcaba el actual Kuweit). Salvo la zona kurda, el resto ha sido abandonado ya por casi dos millones de exilados, que marcharon mayormente a Siria (1.200.000) y Jordania (750.000).