La región se extiende sobre unos 60.000 km2 y, al parecer, albergaría reservas por 1,3 billón de barriles de crudo extrapesado, típico de Venezuela, Colombia, Trinidad-Tobago, Antillas meridionales y Canadá. La empresa estatal Petrovén (Petróleos de Venezuela) confirma esos cálculos.
Por supuesto, ese volumen convierte la faja en el mayor depósito de hidrocarburos conocido –y asequible- alrededor del planeta. Naturalmente, es factible que los casquetes polares y áreas circumvecinas contengan más, pero el costo de exploración o explotación y los riesgos ecológicos son incalculables. A criterio de Exxon Mobil, por ejemplo, exigirán un barril superior a los US$ 150 a valores corrientes.
Tampoco será fácil aprovechar el Orinoco. Al momento, apenas 25% de esas reservas puede extraerse mediante complejo procedimientos, admite el ministro del ramo, Rafael Ramírez. El gobierno de Hugo Chávez trata de certificar, de ahora a 2008, que la zona en efecto contiene el mayor reservorio mundial fuera de ambos polos, con 260.000 millones de barrilles aprovechables.
Esos recursos, añadidos a los 87.600 millones de reservas cubicadas, ubicarán a Venezuela sobre Rusia y Saudiarabia (ésta tiene 264.000 millones certificados, pero hay dudas al respecto). Fuera de ese trío quedan Canadá (175.000 millones de barriles), Irán (135.000 millones), Irak (115.000 millones), etc.
Petrovén necesita inversiones por US$ 15.000 millones para operar en la faja, cuyo 51% quedaría en manos de la compañía estatal. Los trabajos de comprobación y cubicaje se repartan entre Petrovén, la argentina Enarsa, la china Cncp, Petrobrás, la uruguaya Ancap, las rusas Gazprom y Lukoil, la estatal india y Repsol YPF. Pero hay un problema: las dudas sobre la sensatez de Chávez y su futuro político.
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La región se extiende sobre unos 60.000 km2 y, al parecer, albergaría reservas por 1,3 billón de barriles de crudo extrapesado, típico de Venezuela, Colombia, Trinidad-Tobago, Antillas meridionales y Canadá. La empresa estatal Petrovén (Petróleos de Venezuela) confirma esos cálculos.
Por supuesto, ese volumen convierte la faja en el mayor depósito de hidrocarburos conocido –y asequible- alrededor del planeta. Naturalmente, es factible que los casquetes polares y áreas circumvecinas contengan más, pero el costo de exploración o explotación y los riesgos ecológicos son incalculables. A criterio de Exxon Mobil, por ejemplo, exigirán un barril superior a los US$ 150 a valores corrientes.
Tampoco será fácil aprovechar el Orinoco. Al momento, apenas 25% de esas reservas puede extraerse mediante complejo procedimientos, admite el ministro del ramo, Rafael Ramírez. El gobierno de Hugo Chávez trata de certificar, de ahora a 2008, que la zona en efecto contiene el mayor reservorio mundial fuera de ambos polos, con 260.000 millones de barrilles aprovechables.
Esos recursos, añadidos a los 87.600 millones de reservas cubicadas, ubicarán a Venezuela sobre Rusia y Saudiarabia (ésta tiene 264.000 millones certificados, pero hay dudas al respecto). Fuera de ese trío quedan Canadá (175.000 millones de barriles), Irán (135.000 millones), Irak (115.000 millones), etc.
Petrovén necesita inversiones por US$ 15.000 millones para operar en la faja, cuyo 51% quedaría en manos de la compañía estatal. Los trabajos de comprobación y cubicaje se repartan entre Petrovén, la argentina Enarsa, la china Cncp, Petrobrás, la uruguaya Ancap, las rusas Gazprom y Lukoil, la estatal india y Repsol YPF. Pero hay un problema: las dudas sobre la sensatez de Chávez y su futuro político.
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