(DYN) – A partir del mes próximo, Sevel cambia de denominación y pasará a llamarse Peugeot Citroën Argentina, de acuerdo con lo decidido por la asamblea de accionistas celebrada el lunes que también resolvió retirar de cotización pública a las acciones de la compañía.
El vicepresidente ejecutivo de la compañía, Luís Ureta Saénz Peña, dijo que “este es el resultado de un largo proceso que se iniciara a mediados de 1997 con la compra de 15% del paquete accionario de Sevel”.
Al año siguiente, el grupo PSA Peugeot Citroën se convirtió en el accionista mayoritario de la empresa, asumiendo el control de la compañía. El 1° de julio del año pasado, la empresa francesa adquirió prácticamente la totalidad de las acciones que quedaban en poder del Grupo Macri, al tiempo que realizó una fuerte integración de capital a los efectos de preservar el equilibrio de la situación patrimonial de la empresa.
La operación implica el traslado de las decisiones a su casa matriz en París, en momentos en que la compañía no atraviesa por su mejor momento. La planta de El Palomar se encuentra funcionando con una capacidad ociosa de 50% y produciendo unos 300 automóviles por día, de los cuales casi 60% se destina al mercado interno y el Mercosur mientras que el resto va hacia países extra-zona.
De acuerdo con las estimaciones de los directivos, el último ejercicio arrojaría una pérdida del orden los US$ 100 millones lo que representa casi 80% del patrimonio neto. Sin embargo, este desbalance será cubierto por la casa matriz.
La indefinición por el acuerdo automotor en el Mercosur tiene inquietos a los directivos de Peugeot Citroën. El diferencial cambiario con el Brasil es el eje central de las diferencias.
“Hay que alentar a las empresas para que no se vayan del país”, dijo Ureta Saénz Peña, al tiempo que pronosticó una producción para el modelo 206 de unos 20.000 vehículos para este año.
(DYN) – A partir del mes próximo, Sevel cambia de denominación y pasará a llamarse Peugeot Citroën Argentina, de acuerdo con lo decidido por la asamblea de accionistas celebrada el lunes que también resolvió retirar de cotización pública a las acciones de la compañía.
El vicepresidente ejecutivo de la compañía, Luís Ureta Saénz Peña, dijo que “este es el resultado de un largo proceso que se iniciara a mediados de 1997 con la compra de 15% del paquete accionario de Sevel”.
Al año siguiente, el grupo PSA Peugeot Citroën se convirtió en el accionista mayoritario de la empresa, asumiendo el control de la compañía. El 1° de julio del año pasado, la empresa francesa adquirió prácticamente la totalidad de las acciones que quedaban en poder del Grupo Macri, al tiempo que realizó una fuerte integración de capital a los efectos de preservar el equilibrio de la situación patrimonial de la empresa.
La operación implica el traslado de las decisiones a su casa matriz en París, en momentos en que la compañía no atraviesa por su mejor momento. La planta de El Palomar se encuentra funcionando con una capacidad ociosa de 50% y produciendo unos 300 automóviles por día, de los cuales casi 60% se destina al mercado interno y el Mercosur mientras que el resto va hacia países extra-zona.
De acuerdo con las estimaciones de los directivos, el último ejercicio arrojaría una pérdida del orden los US$ 100 millones lo que representa casi 80% del patrimonio neto. Sin embargo, este desbalance será cubierto por la casa matriz.
La indefinición por el acuerdo automotor en el Mercosur tiene inquietos a los directivos de Peugeot Citroën. El diferencial cambiario con el Brasil es el eje central de las diferencias.
“Hay que alentar a las empresas para que no se vayan del país”, dijo Ureta Saénz Peña, al tiempo que pronosticó una producción para el modelo 206 de unos 20.000 vehículos para este año.
