La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) propuso una serie de medidas para mejorar el acceso de las oficinas impositivas a informaciones bancarias en sus 29 países miembros.
En un informe publicado este miércoles, la OCDE insiste en la obligación de las instituciones financieras de identificar al titular de cuentas bancarias, aunque no pone en tela de juicio el secreto bancario.
La OCDE “alienta a los países miembros a elaborar medidas necesarias para impedir que las instituciones financieras tengan cuentas anónimas y para obligarlas a identificar a sus clientes habituales u ocasionales, y a cualquier persona a cuyo beneficio se ha abierto un cuenta o se ha efectuado una operación”.
El informe fue redactado por el comité de Asuntos Fiscales de la OCDE y aprobado por unanimidad por sus 29 miembros, entre ellos Suiza y Luxemburgo.
El documento no pone en tela de juicio el “secreto bancario”, pues -estima- “desempeña un papel legítimo en la protección y el carácter confidencial de asuntos financieros”. No obstante considera que los servicios fiscales deberían poder acceder a las informaciones.
Admite que para ello algunos países deberán revisar su legislación y aclara que Suiza, por ejemplo, se ha declarado dispuesta a “estudiar” las modificaciones necesarias.
La Asociación Suiza de Banqueros (ASB) estimó este miércoles en Basilea que las recomendaciones de la OCDE “respetan el orden jurídico suizo”.
“De ninguna manera, la protección de la esfera privada de los clientes es debilitada por el informe”, según un comunicado de la ASB, que agrega que Suiza ya cumple con las exigencias establecidas por las recomendaciones de la OCDE.
El secreto bancario rige en numerosos países europeos, entre ellos Suiza, Luxemburgo, Alemania y Austria, los cuatro integrantes de la OCDE.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) propuso una serie de medidas para mejorar el acceso de las oficinas impositivas a informaciones bancarias en sus 29 países miembros.
En un informe publicado este miércoles, la OCDE insiste en la obligación de las instituciones financieras de identificar al titular de cuentas bancarias, aunque no pone en tela de juicio el secreto bancario.
La OCDE “alienta a los países miembros a elaborar medidas necesarias para impedir que las instituciones financieras tengan cuentas anónimas y para obligarlas a identificar a sus clientes habituales u ocasionales, y a cualquier persona a cuyo beneficio se ha abierto un cuenta o se ha efectuado una operación”.
El informe fue redactado por el comité de Asuntos Fiscales de la OCDE y aprobado por unanimidad por sus 29 miembros, entre ellos Suiza y Luxemburgo.
El documento no pone en tela de juicio el “secreto bancario”, pues -estima- “desempeña un papel legítimo en la protección y el carácter confidencial de asuntos financieros”. No obstante considera que los servicios fiscales deberían poder acceder a las informaciones.
Admite que para ello algunos países deberán revisar su legislación y aclara que Suiza, por ejemplo, se ha declarado dispuesta a “estudiar” las modificaciones necesarias.
La Asociación Suiza de Banqueros (ASB) estimó este miércoles en Basilea que las recomendaciones de la OCDE “respetan el orden jurídico suizo”.
“De ninguna manera, la protección de la esfera privada de los clientes es debilitada por el informe”, según un comunicado de la ASB, que agrega que Suiza ya cumple con las exigencias establecidas por las recomendaciones de la OCDE.
El secreto bancario rige en numerosos países europeos, entre ellos Suiza, Luxemburgo, Alemania y Austria, los cuatro integrantes de la OCDE.