Fue creado por Alberto Beneduce -apellido que sirvió para innumerables
bromas: termina en "duce", el tìtulo de Benito Mussolini-
por decreto del rey Víctor Manuel II, en enero de 1933 y debía
durar 70 años.
Reducido hace tiempo a un organismo residual, este producto de la Carta
del Lavoro (es decir, la base corporativa del fascismo) fue admirado e imitado
en varios países. Inclusive en la Argentina de 1946 a 1955.
El IRI quedará incorporado a Fintecnia, el holding estatal
que también absorberá a Fincantieri y Tirrenia.
Pero el último titular del IRI, Piero Gnudi, irá a otro esquema
desmesurado: la Società Stretto di Messina, encargada de tender
un puente entre Calabria y Sicilia, que será la estructura colgante más
larga del mundo. Y la más inútil, sostienen sus críticos,
que la llaman "puente entre Escila y Caribdis", los dos monstruos
míticos que custodian el estrecho.
Fue creado por Alberto Beneduce -apellido que sirvió para innumerables
bromas: termina en "duce", el tìtulo de Benito Mussolini-
por decreto del rey Víctor Manuel II, en enero de 1933 y debía
durar 70 años.
Reducido hace tiempo a un organismo residual, este producto de la Carta
del Lavoro (es decir, la base corporativa del fascismo) fue admirado e imitado
en varios países. Inclusive en la Argentina de 1946 a 1955.
El IRI quedará incorporado a Fintecnia, el holding estatal
que también absorberá a Fincantieri y Tirrenia.
Pero el último titular del IRI, Piero Gnudi, irá a otro esquema
desmesurado: la Società Stretto di Messina, encargada de tender
un puente entre Calabria y Sicilia, que será la estructura colgante más
larga del mundo. Y la más inútil, sostienen sus críticos,
que la llaman "puente entre Escila y Caribdis", los dos monstruos
míticos que custodian el estrecho.