La reanudación de embarques iraquíes, tras trece días de inactividad, y su actual normalización siguen reduciendo precios a treinta días o más (aunque el dato siga siendo poco claro). Dejando de lado distingos entre entregas a septiembre y octubre, los crudos tejanos han ido cediendo de US$ 48,90 a 45 el barril. Los Brent nórdicos han bajado de 44,11 a 42,22.
Algunos operadores fantasean con un matiz: al no poder llegar a US$ 50 el viernes, los mercados perdieron entusiasmo. Una explicación psicológica más vale insubstancial. Sin llegar a tanto, varios expertos se preguntan si ya no se habrán marcado los picos posibles del año.
Un tercer grupo, centrado en Londres, sostiene que los precios seguirán a los vaivenes y no descartan valores más altos. O sea, de US$ 50 para arriba. Especialmente si las bajas actuales promueven la demanda de combustibles típica del invierno boreal. Tangencialmente, hay un factor político: el presidente Vladyímir Putin aseguró a su colega George W.Bush y a John F.Kerry que “las compañías petroleras rusas aumentarán producción”.
No obstante tantas señales positivas, Wall Street se mostraba muy cauta. Sobre el cierre, el Dow Jones industrial avanzaba apenas 0,12%, en tanto se registraban descensos de 0,4% en el Nasdaq compuesto y 0,08% en el S&P 500. Por el contrario, el dólar se afirmaba a expensas del euro, que cedió a US$ 1,208.
La reanudación de embarques iraquíes, tras trece días de inactividad, y su actual normalización siguen reduciendo precios a treinta días o más (aunque el dato siga siendo poco claro). Dejando de lado distingos entre entregas a septiembre y octubre, los crudos tejanos han ido cediendo de US$ 48,90 a 45 el barril. Los Brent nórdicos han bajado de 44,11 a 42,22.
Algunos operadores fantasean con un matiz: al no poder llegar a US$ 50 el viernes, los mercados perdieron entusiasmo. Una explicación psicológica más vale insubstancial. Sin llegar a tanto, varios expertos se preguntan si ya no se habrán marcado los picos posibles del año.
Un tercer grupo, centrado en Londres, sostiene que los precios seguirán a los vaivenes y no descartan valores más altos. O sea, de US$ 50 para arriba. Especialmente si las bajas actuales promueven la demanda de combustibles típica del invierno boreal. Tangencialmente, hay un factor político: el presidente Vladyímir Putin aseguró a su colega George W.Bush y a John F.Kerry que “las compañías petroleras rusas aumentarán producción”.
No obstante tantas señales positivas, Wall Street se mostraba muy cauta. Sobre el cierre, el Dow Jones industrial avanzaba apenas 0,12%, en tanto se registraban descensos de 0,4% en el Nasdaq compuesto y 0,08% en el S&P 500. Por el contrario, el dólar se afirmaba a expensas del euro, que cedió a US$ 1,208.