Mientras los principales paneles del mundo saltaban de 2 a 4,5% -un desbrode bastante irracional- , los tipos largas se mantuvieron alrededor de 5,22% anual (T-10) y 5,27% (T-30). Unos pocos analistas ajenos a Wall Street preferían fijarse en un datos inquietante: los crudos tejanos con entrega en agosto trepaban a 73,40 el barril en Nueva York.
En lo tocante a la tasa básica, el comité monetario de la Reserva Federal efectuó el décimo séptimo ajuste y, a 5,25% anual, lo ubica en el máximo desde marzo de 2001. O sea, cuando el petróleo no llegaba ni a US$ 12 el barril.
Obviamente, el alza de hidrocarburos probablemente refleje la súbitas presiones geopolíticas en Levante. En efecto, la actitud peligrosamente agresiva de Israel –apoyada imprudentemente por Estados Unidos- puede desencadenar represalias de sirios y palestinos. Por otra parte, amenaza con empeorar las cosas en Irak y preocupa en la península arábiga y Egipto.
Mientras tanto, el panorama continuaba duro en Turquía y sus efectos perturbaban los mercados cambiarios y bursátiles en los Balcanes y Europa oriental. El banco central otomano ha vendida ya más de US$ 750 millones para frenar la corrida contra la lira turca, que viene perdiendo más de 25% desde inicios de mayo. La autoridad monetaria, por otra parte, ha subido la tasa interbancaria de 20 a 22,25% anual, para sostener la moneda. Todo esto empezó cuando Angora tuvo problemas para cumplir con las metas ortodoxas del Fondo Monetario Internacional.
Mientras los principales paneles del mundo saltaban de 2 a 4,5% -un desbrode bastante irracional- , los tipos largas se mantuvieron alrededor de 5,22% anual (T-10) y 5,27% (T-30). Unos pocos analistas ajenos a Wall Street preferían fijarse en un datos inquietante: los crudos tejanos con entrega en agosto trepaban a 73,40 el barril en Nueva York.
En lo tocante a la tasa básica, el comité monetario de la Reserva Federal efectuó el décimo séptimo ajuste y, a 5,25% anual, lo ubica en el máximo desde marzo de 2001. O sea, cuando el petróleo no llegaba ni a US$ 12 el barril.
Obviamente, el alza de hidrocarburos probablemente refleje la súbitas presiones geopolíticas en Levante. En efecto, la actitud peligrosamente agresiva de Israel –apoyada imprudentemente por Estados Unidos- puede desencadenar represalias de sirios y palestinos. Por otra parte, amenaza con empeorar las cosas en Irak y preocupa en la península arábiga y Egipto.
Mientras tanto, el panorama continuaba duro en Turquía y sus efectos perturbaban los mercados cambiarios y bursátiles en los Balcanes y Europa oriental. El banco central otomano ha vendida ya más de US$ 750 millones para frenar la corrida contra la lira turca, que viene perdiendo más de 25% desde inicios de mayo. La autoridad monetaria, por otra parte, ha subido la tasa interbancaria de 20 a 22,25% anual, para sostener la moneda. Todo esto empezó cuando Angora tuvo problemas para cumplir con las metas ortodoxas del Fondo Monetario Internacional.