En otras palabras, el canal especulativo más peligroso del mundo no pudo superar a una cartera accionaria. Tampoco pudo llegar a su propio récord: 19,6% hace tres años. En partem, porque los fondos “privados”, experto en compras apalancadas, fuero absorbiendo liquidez a costa del resto.
Por otra parte, los fondos dedicados a mercados “emergentes” (es decir, en desarrollo), que colocan tanto en papeles privados como públicos de esas economías, estuvieron en 2006 entre los más exitosos. Su retorno promedio conjunto fue 25,1%. Esto significa que los canales especulativos rindieron más que las inversiones en sectores reales, aun los de vanguardia tecnológica.
Como se sabe, los fondos de cubertura son fuentes mayormente poco o mal supervisadas por autoridades regulatorias, que intermedian dinero de gente muy rica y permiten a sus managers participar de las ganancias. Según definición de Paul Krugman, encarnan “una globalización financiera vigilada vía mecanismos y leyes locales”.
En otras palabras, el canal especulativo más peligroso del mundo no pudo superar a una cartera accionaria. Tampoco pudo llegar a su propio récord: 19,6% hace tres años. En partem, porque los fondos “privados”, experto en compras apalancadas, fuero absorbiendo liquidez a costa del resto.
Por otra parte, los fondos dedicados a mercados “emergentes” (es decir, en desarrollo), que colocan tanto en papeles privados como públicos de esas economías, estuvieron en 2006 entre los más exitosos. Su retorno promedio conjunto fue 25,1%. Esto significa que los canales especulativos rindieron más que las inversiones en sectores reales, aun los de vanguardia tecnológica.
Como se sabe, los fondos de cubertura son fuentes mayormente poco o mal supervisadas por autoridades regulatorias, que intermedian dinero de gente muy rica y permiten a sus managers participar de las ganancias. Según definición de Paul Krugman, encarnan “una globalización financiera vigilada vía mecanismos y leyes locales”.