domingo, 24 de noviembre de 2024

Un fondo para manejar crisis inmobiliarias en varios países

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A pedido del departamento norteamericano de hacienda, Citigroup encabezará la integración de un fondo privado por US$ 100.000 millones para afrontar malas hipotecas. No parece mucho, pero se trata de un cambio cualitativo.

Elegir el Citi resulta lógico: es el mayor grupo banquero privado del mundo y lo afectan problemas hipotecarios. El fondo llevará un nombre tan abstruso como innecesario, “master liquidity enhancement conduit”; algo así como vehículo maestro para mejorar liquidez. Por de pronto, la autoridad supervisora fiuanciera británica pidió el sábado a los principales bancos comerciales adherir a la iniciativa.

Esa solicitud puso en evidencia, de paso, que Hongkong & Shanghai banking corporation (HSBC), la mayor entidad registrada en esa plaza, es por hoy las más expuesta a la crisis hipotecarias que castigan a Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania.

Este fin de semana recién se supo que estas negociaciones venían desarrollándose en secreto desde fines de septiembre. Esto deja en postura desairada a Wall Street, Londres y otras plazas bursátiles que vienen inflando pequeñas burbujas con el argumento de que las crisis inmobiliaria y de iliquidez han tocado piso y comienzan a superarse.

Quien coordina las tratativas es Robert Steel, subsecretario estadounidense de hacienda. Curiosamente, no se informó a la Reserva Federal ni al Banco Central europeo, pero sí al emisor chino que, de inmediato, elevó 0,5%, a 13%, el encaje sobre depósitos exigido a los bancos comerciales. Un obvio gesto para acentuar el enfriamiento económico.

En realidad, el monto patrimonial gestionado vía “vehículos financieros estructurales” alcanzaba a fines de agosto a US$ 400.000 millones. Incluía problemas de compras apalancadas, productos de la iliquidez sistémica general. Esto es, potenciales quebrantos entre fondos especulativos extrabursátiles. Quizá por ello, Henry Paulson virtualmente obligá a JP Morgan Chase y Bank of America a entra en el eventual fondo de emergencia.

Elegir el Citi resulta lógico: es el mayor grupo banquero privado del mundo y lo afectan problemas hipotecarios. El fondo llevará un nombre tan abstruso como innecesario, “master liquidity enhancement conduit”; algo así como vehículo maestro para mejorar liquidez. Por de pronto, la autoridad supervisora fiuanciera británica pidió el sábado a los principales bancos comerciales adherir a la iniciativa.

Esa solicitud puso en evidencia, de paso, que Hongkong & Shanghai banking corporation (HSBC), la mayor entidad registrada en esa plaza, es por hoy las más expuesta a la crisis hipotecarias que castigan a Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania.

Este fin de semana recién se supo que estas negociaciones venían desarrollándose en secreto desde fines de septiembre. Esto deja en postura desairada a Wall Street, Londres y otras plazas bursátiles que vienen inflando pequeñas burbujas con el argumento de que las crisis inmobiliaria y de iliquidez han tocado piso y comienzan a superarse.

Quien coordina las tratativas es Robert Steel, subsecretario estadounidense de hacienda. Curiosamente, no se informó a la Reserva Federal ni al Banco Central europeo, pero sí al emisor chino que, de inmediato, elevó 0,5%, a 13%, el encaje sobre depósitos exigido a los bancos comerciales. Un obvio gesto para acentuar el enfriamiento económico.

En realidad, el monto patrimonial gestionado vía “vehículos financieros estructurales” alcanzaba a fines de agosto a US$ 400.000 millones. Incluía problemas de compras apalancadas, productos de la iliquidez sistémica general. Esto es, potenciales quebrantos entre fondos especulativos extrabursátiles. Quizá por ello, Henry Paulson virtualmente obligá a JP Morgan Chase y Bank of America a entra en el eventual fondo de emergencia.

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