En un clima básicamente geopolítico, sorprendió a los analistas que los hidrocarburos marcasen nuevos récords nominales. Así, los tejanos medios saltaron en Nueva York a US$ 89,45. Poco antes, en Londres, el Brent nórdico registraba su propio máximo: US$ 84,60 el barril.
Más que las tensiones mesopotámicas, el factor clave era un euro que volvió a US$ 1,43, pico absoluto desde que existe la divisa. En otras palabras, el dólar no superaba los 70 centavos de euro. A parecer, nuevas incertidumbre sobre el producto bruto interno de Estados Unidos (podría no llegar a 1,8% anual este trimestre) actuaron como detonante.
Por esa razón, la onza troy de oro (31,104 gramos) no cede de US$ 760. En cuanto al dólar, se desplomó a R 1,785 en San Pablo. Wall Street arrancpo recobrando casi 1% en los tres panales, pero cerraba virtualmente neutro, por razones similares, en tanto la contracara del dólar –el rinde en letras de tesorería- bajaba a 4,45% a diez años y 4,75% a treinta.
En un clima básicamente geopolítico, sorprendió a los analistas que los hidrocarburos marcasen nuevos récords nominales. Así, los tejanos medios saltaron en Nueva York a US$ 89,45. Poco antes, en Londres, el Brent nórdico registraba su propio máximo: US$ 84,60 el barril.
Más que las tensiones mesopotámicas, el factor clave era un euro que volvió a US$ 1,43, pico absoluto desde que existe la divisa. En otras palabras, el dólar no superaba los 70 centavos de euro. A parecer, nuevas incertidumbre sobre el producto bruto interno de Estados Unidos (podría no llegar a 1,8% anual este trimestre) actuaron como detonante.
Por esa razón, la onza troy de oro (31,104 gramos) no cede de US$ 760. En cuanto al dólar, se desplomó a R 1,785 en San Pablo. Wall Street arrancpo recobrando casi 1% en los tres panales, pero cerraba virtualmente neutro, por razones similares, en tanto la contracara del dólar –el rinde en letras de tesorería- bajaba a 4,45% a diez años y 4,75% a treinta.