(EFE).- Los descubrimientos sobre la transmisión de señales en el cerebro, que permiten identificar tratamientos contra el mal de Parkinson y la depresión, han otorgado este año el premio Nobel de Medicina a un sueco y dos estadounidenses, según anunció hoy (lunes 9) el Instituto Karolinska de Estocolmo.
La Asamblea Nobel del Instituto Karolinska dijo que los tres científicos merecen el premio de Medicina por sus descubrimientos sobre la transmisión de señales entre diferentes células nerviosas, que tiene lugar en puntos de contacto especiales llamados sinapsis.
“Estos descubrimientos han sido determinantes para la comprensión de las funciones normales del cerebro y de las condiciones en las cuales una perturbación en la transmisión de señales pueden provocar enfermedades neurológicas o psíquicas”, indica la justificación del premio.
La labor realizada por los tres científicos sobre la transmisión de señales en el sistema nervioso ha permitido también desarrollar nuevas medicinas y tratamientos, por ejemplo el aporte del farmacólogo sueco Arvid Carlsson, que verificó que los enfermos de Parkinson tenían una concentración muy baja de dopamina en ciertas partes del cerebro y desarrolló un remedio eficaz, el L-dopa, que sigue siendo el mejor tratamiento para esta enfermedad.
Carlsson realizó también una serie de descubrimientos posteriores que han permitido aclarar el papel de la dopamina en el cerebro y la forma en que actúan los medicamentos empleados en el tratamiento de la esquizofrenia y la depresión.
Su colega Paul Greengard, catedrático en Neurociencia Celular y Molecular de la Universidad Rockefeller de Nueva York (Estados Unidos), comparte el Nobel de Medicina 2000 por su descubrimiento sobre el efecto de la dopamina y otros neurotrasmisores en el sistema nervioso.
Por otra parte, la labor del neurobiólogo estadounidense Eric Kandel, de la Universidad de Columbia, Nueva York, se centró en analizar cómo puede modificarse la eficiencia de las sinapsis (contactos entre células) y determinar cuáles son los mecanismos que toman parte en ellas.
Carlsson, Greengard y Kandel recibirán su diploma y medalla de oro en Estocolmo de manos del Rey Carlos Gustavo de Suecia el 10 de diciembre, fecha del aniversario de la muerte del fundador del premio, Alfred Nobel.
Los tres científicos compartirán en partes iguales el importe del galardón, de nueve millones de coronas suecas (US$ 922.000) con que está dotada este año cada una de las modalidades del Nobel.
(EFE).- Los descubrimientos sobre la transmisión de señales en el cerebro, que permiten identificar tratamientos contra el mal de Parkinson y la depresión, han otorgado este año el premio Nobel de Medicina a un sueco y dos estadounidenses, según anunció hoy (lunes 9) el Instituto Karolinska de Estocolmo.
La Asamblea Nobel del Instituto Karolinska dijo que los tres científicos merecen el premio de Medicina por sus descubrimientos sobre la transmisión de señales entre diferentes células nerviosas, que tiene lugar en puntos de contacto especiales llamados sinapsis.
“Estos descubrimientos han sido determinantes para la comprensión de las funciones normales del cerebro y de las condiciones en las cuales una perturbación en la transmisión de señales pueden provocar enfermedades neurológicas o psíquicas”, indica la justificación del premio.
La labor realizada por los tres científicos sobre la transmisión de señales en el sistema nervioso ha permitido también desarrollar nuevas medicinas y tratamientos, por ejemplo el aporte del farmacólogo sueco Arvid Carlsson, que verificó que los enfermos de Parkinson tenían una concentración muy baja de dopamina en ciertas partes del cerebro y desarrolló un remedio eficaz, el L-dopa, que sigue siendo el mejor tratamiento para esta enfermedad.
Carlsson realizó también una serie de descubrimientos posteriores que han permitido aclarar el papel de la dopamina en el cerebro y la forma en que actúan los medicamentos empleados en el tratamiento de la esquizofrenia y la depresión.
Su colega Paul Greengard, catedrático en Neurociencia Celular y Molecular de la Universidad Rockefeller de Nueva York (Estados Unidos), comparte el Nobel de Medicina 2000 por su descubrimiento sobre el efecto de la dopamina y otros neurotrasmisores en el sistema nervioso.
Por otra parte, la labor del neurobiólogo estadounidense Eric Kandel, de la Universidad de Columbia, Nueva York, se centró en analizar cómo puede modificarse la eficiencia de las sinapsis (contactos entre células) y determinar cuáles son los mecanismos que toman parte en ellas.
Carlsson, Greengard y Kandel recibirán su diploma y medalla de oro en Estocolmo de manos del Rey Carlos Gustavo de Suecia el 10 de diciembre, fecha del aniversario de la muerte del fundador del premio, Alfred Nobel.
Los tres científicos compartirán en partes iguales el importe del galardón, de nueve millones de coronas suecas (US$ 922.000) con que está dotada este año cada una de las modalidades del Nobel.