viernes, 29 de noviembre de 2024

France Telecom y SFR se adjudican licencias 3G

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Ambas compañías habían sido las únicas presentes para las cuatro licencias UMTS por 15 años que el Gobierno francés quería atribuir en enero de 2000.

(EFE).- Las dos primeras licencias de telefonía móvil de tercera generación (UMTS) en Francia fueron adjudicadas hoy (jueves 31) a France Telecom/Orange y a SFR/Cegetel (Vivendi Universal), los únicos operadores que se habían presentado al concurso.

Al anunciar la atribución de sendas licencias UMTS, tecnología que permitirá un acceso muy rápido a Internet y a otros servicios multimedia con un teléfono móvil, la Autoridad de Regulación de Telecomunicaciones (ART) pidió que se presente un nuevo concurso a más tardar en el primer semestre de 2002 para adjudicar las restantes.

France Telecom y SFR fueron los únicos que se presentaron en enero pasado al concurso para las cuatro licencias UMTS, de 15 años, que el Gobierno francés quería atribuir por 4.950 millones de euros cada una, un precio considerado excesivo por otros candidatos potenciales.

El precio fue el argumento citado por el consorcio formado por Suez y la española Telefónica, y el tercer operador de telefonía móvil francés Bouygues Telecom, para no presentarse al concurso.

Ese elevado precio había sido fijado por el Gobierno en la primavera de 2000 en plena burbuja bursátil de la telefonía móvil, un mercado que desde entonces ha experimentado un fuerte batacazo.

El presidente de la ART, Jean-Michel Hubert, no se pronunció hoy sobre una posible revisión a la baja del precio de las licencias, pero abogó por alargar los plazos de pago si se mantiene esa tarifa.

“Si el Gobierno opta por atenerse al monto fijado, la ART considera indispensable” que se reconsidere el calendario de pago, recalcó Hubert en rueda de prensa al anunciar la atribución de las dos primeras licencias.

Hasta ahora, estaba previsto que el operador pagara la mitad de los 4.950 millones en los dos primeros años de la licencia, y el resto en los 13 restantes.

Otra posibilidad sería prolongar la duración de las licencias, con el fin de atraer a los candidatos. Los dos primeros ganadores se beneficiarían de las nuevas condiciones.

Por otra parte, Hubert pidió que un nuevo concurso para adjudicar las dos licencias restantes sea presentado a más tardar en el primer semestre de 2002, porque transcurren entre 9 y 12 meses hasta la publicación de los resultados y luego hay que añadir un año más.

“Hoy todo lleva a pensar que un mercado con una verdadera dimensión no verá la luz hasta finales de 2003 o de 2004”, dijo.

Según los expertos, los nuevos móviles UMTS no estarán en servicio hasta 2004, entre otras razones porque los terminales no están todavía listos.

Tras el fiasco de enero pasado, el Gobierno francés, que contaba con el maná de las licencias para financiar el fondo de reserva de las pensiones, dijo que convocaría un nuevo concurso hacia finales de año para adjudicar las dos licencias restantes.

Pero, últimamente, se barajó la posibilidad de posponer la presentación de un nuevo concurso hasta después de las elecciones presidenciales y legislativas del primer semestre de 2002.

Por otra parte, el presidente de la ART confirmó que se había estudiado la posible anulación del procedimiento de atribución.

(EFE).- Las dos primeras licencias de telefonía móvil de tercera generación (UMTS) en Francia fueron adjudicadas hoy (jueves 31) a France Telecom/Orange y a SFR/Cegetel (Vivendi Universal), los únicos operadores que se habían presentado al concurso.

Al anunciar la atribución de sendas licencias UMTS, tecnología que permitirá un acceso muy rápido a Internet y a otros servicios multimedia con un teléfono móvil, la Autoridad de Regulación de Telecomunicaciones (ART) pidió que se presente un nuevo concurso a más tardar en el primer semestre de 2002 para adjudicar las restantes.

France Telecom y SFR fueron los únicos que se presentaron en enero pasado al concurso para las cuatro licencias UMTS, de 15 años, que el Gobierno francés quería atribuir por 4.950 millones de euros cada una, un precio considerado excesivo por otros candidatos potenciales.

El precio fue el argumento citado por el consorcio formado por Suez y la española Telefónica, y el tercer operador de telefonía móvil francés Bouygues Telecom, para no presentarse al concurso.

Ese elevado precio había sido fijado por el Gobierno en la primavera de 2000 en plena burbuja bursátil de la telefonía móvil, un mercado que desde entonces ha experimentado un fuerte batacazo.

El presidente de la ART, Jean-Michel Hubert, no se pronunció hoy sobre una posible revisión a la baja del precio de las licencias, pero abogó por alargar los plazos de pago si se mantiene esa tarifa.

“Si el Gobierno opta por atenerse al monto fijado, la ART considera indispensable” que se reconsidere el calendario de pago, recalcó Hubert en rueda de prensa al anunciar la atribución de las dos primeras licencias.

Hasta ahora, estaba previsto que el operador pagara la mitad de los 4.950 millones en los dos primeros años de la licencia, y el resto en los 13 restantes.

Otra posibilidad sería prolongar la duración de las licencias, con el fin de atraer a los candidatos. Los dos primeros ganadores se beneficiarían de las nuevas condiciones.

Por otra parte, Hubert pidió que un nuevo concurso para adjudicar las dos licencias restantes sea presentado a más tardar en el primer semestre de 2002, porque transcurren entre 9 y 12 meses hasta la publicación de los resultados y luego hay que añadir un año más.

“Hoy todo lleva a pensar que un mercado con una verdadera dimensión no verá la luz hasta finales de 2003 o de 2004”, dijo.

Según los expertos, los nuevos móviles UMTS no estarán en servicio hasta 2004, entre otras razones porque los terminales no están todavía listos.

Tras el fiasco de enero pasado, el Gobierno francés, que contaba con el maná de las licencias para financiar el fondo de reserva de las pensiones, dijo que convocaría un nuevo concurso hacia finales de año para adjudicar las dos licencias restantes.

Pero, últimamente, se barajó la posibilidad de posponer la presentación de un nuevo concurso hasta después de las elecciones presidenciales y legislativas del primer semestre de 2002.

Por otra parte, el presidente de la ART confirmó que se había estudiado la posible anulación del procedimiento de atribución.

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