A pesar de que Impsat reconoció que podría presentarse en concurso de acreedores a fin de año, si no consigue antes un socio que inyecte capital a la empresa o refinancie su deuda de US$ 1.000, en el mercado se afianza la opinión de que finalmente los bancos acreedores rescatarán a la compañía de telecomunicaciones.
El viernes pasado la empresa informó que sus pérdidas netas en el segundo trimestre del año aumentaron 150%, hasta US$ 99,6 millones, respecto del mismo período de 2000.
Los malos resultados trimestrales generaron una fuerte caída de las acciones de Impsat en el Nasdaq, que la llevó a cotizar por debajo de US$ 1, al tiempo que casa de inversión Salomon Smith Barney redujo la calificación de deuda de la firma, de “compra especulativa” a “desempeño por debajo del mercado”.
Esa situación no pudo de revertida tampoco por otros anuncios de la compañía, cuando anticipó que durante el 2001 sus ingresos aumentarían entre 5% y 8%, que tendrá un EBITDA de US$ 10 millones y de que analiza diferentes alternativas para recuperar sus finanzas.
Por su parte, Salomon Smith Barney consideró, además, que “los mercados de capitales están cerrados para Impsat, considerando que existe un sentimiento negativo para financiar a las compañías de telecomunicaciones”. Pero consideró que lo más probable sería una adquisición bajo la forma de “cambio de deuda por equity”. Es decir, que Morgan Stanley y el pool de bancos que integran la sociedad, y que son los principales acreedores, podrían ampliar su actual participación de 16% en la compañía.
Desde uno de los principales proveedores de Impsat, en tanto, confían que “Morgan no va a dejar caer a la compañía”.
A pesar de que Impsat reconoció que podría presentarse en concurso de acreedores a fin de año, si no consigue antes un socio que inyecte capital a la empresa o refinancie su deuda de US$ 1.000, en el mercado se afianza la opinión de que finalmente los bancos acreedores rescatarán a la compañía de telecomunicaciones.
El viernes pasado la empresa informó que sus pérdidas netas en el segundo trimestre del año aumentaron 150%, hasta US$ 99,6 millones, respecto del mismo período de 2000.
Los malos resultados trimestrales generaron una fuerte caída de las acciones de Impsat en el Nasdaq, que la llevó a cotizar por debajo de US$ 1, al tiempo que casa de inversión Salomon Smith Barney redujo la calificación de deuda de la firma, de “compra especulativa” a “desempeño por debajo del mercado”.
Esa situación no pudo de revertida tampoco por otros anuncios de la compañía, cuando anticipó que durante el 2001 sus ingresos aumentarían entre 5% y 8%, que tendrá un EBITDA de US$ 10 millones y de que analiza diferentes alternativas para recuperar sus finanzas.
Por su parte, Salomon Smith Barney consideró, además, que “los mercados de capitales están cerrados para Impsat, considerando que existe un sentimiento negativo para financiar a las compañías de telecomunicaciones”. Pero consideró que lo más probable sería una adquisición bajo la forma de “cambio de deuda por equity”. Es decir, que Morgan Stanley y el pool de bancos que integran la sociedad, y que son los principales acreedores, podrían ampliar su actual participación de 16% en la compañía.
Desde uno de los principales proveedores de Impsat, en tanto, confían que “Morgan no va a dejar caer a la compañía”.