viernes, 27 de diciembre de 2024

Congreso de Estados Unidos contra peaje en Internet

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En Washington, los legisladores ya preparan un proyecto de ley que impediría a las empresas que brindan acceso rápido a Internet, cobrar un arancel por acceso prioritario a los proveedores de contenido.

La primera ley “de neutralidad en la red”, como ya se conoce a este nuevo tipo de legislación, acaba de ser presentada en el senado por Byron L. Dorgan (demócrata de South Dakota), y la senadora Olympia J. Snowe de Maine, una de las pocas republicanas en el Congreso que apoya tal medida.

“El éxito de Internet siempre radicó en su apertura y en la capacidad que brinda a cualquier persona de alcanzar el mundo,” comentó Dorgan a la prensa. “Si los grandes intereses que controlan las cañerías se convierten en guardianes de la entrada y cobran peaje, la Internet dejará de ser lo que ha sido hasta ahora. ”

También en la Casa de Representantes, Edward J. Markey, el demócrata de Massachusetts que preside la subcomisión de energía y comercio sobre telecomunicaciones e Internet, dijo últimamente que presentaría pronto un proyecto sobre el mismo tema.

A pesar del entusiasmo y la actividad por poner limitaciones a los proveedores de acceso, las propuestas van a encontrarse con importantes impedimentos políticos y nadie espera que se adopten con rapidez. La lucha pone a gigantes de Internet como Google, Yahoo, eBay y Amazon, que apoyan la legislación, contra titanes de las telecomunicaciones como Verizon, AT&T y grandes empresas de cable como Comcast.

El debate podría afectar también los planes de las empresas para desarrollar nuevos servicios y considerar ciertas fusiones o adquisiciones. Los grupos de consumidores se aliaron con los proveedores de contenido. Los grupos sostienen que sin la legislación, algunos proveedores de contenido podrían desalentarse de ofrecer servicios mientras que otros imponen costos a proveedores , que los pasarían a los consumidores. También sienten que las empresas pequeñas no podrían competir.

Pero las compañías telefónicas y de cable dicen que los esfuerzos por limitar su capacidad de cobrar por servicio rápido desalentaría a las empresas “de cañerías” en cuanto a los millones que es necesario invertir para mejorar sus redes, algo que en la práctica sería todavía más dañino para los consumidores.

Más allá del debate, la lucha sobre neutralidad en la red es, como casi todas las batallas políticas sobre regulación, una lucha sobre dinero y modelos competitivos de negocios. Compañías como Google, Yahoo y muchos proveedores de contenido no quieren pagar por servicios más rápidos que faciliten a los consumidores bajarse más rápidamente videos y juegos.

Los proveedores de contenido interpretan que el intento de las telefónicas y empresas de cable de cobrarles por servicios prioritarios les restringe su capacidad de entrar en áreas nuevas. Por su parte, estas últimas – ahora llamadas las cañerías de Internet – quieren poder cobrar por el acceso, especialmente ahora que comienzan a competir con los proveedores de contenido ofreciendo programación y video.
Las compañías telefónicas también han estado estudiando el modelo de negocios al igual que las de televisión por cable: cobrar un premium a ciertos proveedores de contenido por mayor acceso a sus cañerías. Dicen que muchos proveedores de contenido ya están cobrando a sus clientes por servicios de prioridad, de modo que lo que ellas proponen no es indebidamente restrictivo.

Hasta ahora el debate se libra según las líneas partidarias: demócratas son los defensores de la legislación y los republicanos, los enemigos. Los requisitos que la Federal Communications Commission impuso a AT&T como condición para la compra de SBC Communications representan una importante victoria política para los que promueven la legislación. Luego de que uno de los cinco miembros de la comisión se retiró del procedimiento, los dos demócratas del grupo obligaron a las compañías a aceptar una moratoria de dos años para ofrecer cualquier servicio que “privilegie, degrade o priorice cualquier paquete” transmitido a través de su servicio de banda ancha.

La primera ley “de neutralidad en la red”, como ya se conoce a este nuevo tipo de legislación, acaba de ser presentada en el senado por Byron L. Dorgan (demócrata de South Dakota), y la senadora Olympia J. Snowe de Maine, una de las pocas republicanas en el Congreso que apoya tal medida.

“El éxito de Internet siempre radicó en su apertura y en la capacidad que brinda a cualquier persona de alcanzar el mundo,” comentó Dorgan a la prensa. “Si los grandes intereses que controlan las cañerías se convierten en guardianes de la entrada y cobran peaje, la Internet dejará de ser lo que ha sido hasta ahora. ”

También en la Casa de Representantes, Edward J. Markey, el demócrata de Massachusetts que preside la subcomisión de energía y comercio sobre telecomunicaciones e Internet, dijo últimamente que presentaría pronto un proyecto sobre el mismo tema.

A pesar del entusiasmo y la actividad por poner limitaciones a los proveedores de acceso, las propuestas van a encontrarse con importantes impedimentos políticos y nadie espera que se adopten con rapidez. La lucha pone a gigantes de Internet como Google, Yahoo, eBay y Amazon, que apoyan la legislación, contra titanes de las telecomunicaciones como Verizon, AT&T y grandes empresas de cable como Comcast.

El debate podría afectar también los planes de las empresas para desarrollar nuevos servicios y considerar ciertas fusiones o adquisiciones. Los grupos de consumidores se aliaron con los proveedores de contenido. Los grupos sostienen que sin la legislación, algunos proveedores de contenido podrían desalentarse de ofrecer servicios mientras que otros imponen costos a proveedores , que los pasarían a los consumidores. También sienten que las empresas pequeñas no podrían competir.

Pero las compañías telefónicas y de cable dicen que los esfuerzos por limitar su capacidad de cobrar por servicio rápido desalentaría a las empresas “de cañerías” en cuanto a los millones que es necesario invertir para mejorar sus redes, algo que en la práctica sería todavía más dañino para los consumidores.

Más allá del debate, la lucha sobre neutralidad en la red es, como casi todas las batallas políticas sobre regulación, una lucha sobre dinero y modelos competitivos de negocios. Compañías como Google, Yahoo y muchos proveedores de contenido no quieren pagar por servicios más rápidos que faciliten a los consumidores bajarse más rápidamente videos y juegos.

Los proveedores de contenido interpretan que el intento de las telefónicas y empresas de cable de cobrarles por servicios prioritarios les restringe su capacidad de entrar en áreas nuevas. Por su parte, estas últimas – ahora llamadas las cañerías de Internet – quieren poder cobrar por el acceso, especialmente ahora que comienzan a competir con los proveedores de contenido ofreciendo programación y video.
Las compañías telefónicas también han estado estudiando el modelo de negocios al igual que las de televisión por cable: cobrar un premium a ciertos proveedores de contenido por mayor acceso a sus cañerías. Dicen que muchos proveedores de contenido ya están cobrando a sus clientes por servicios de prioridad, de modo que lo que ellas proponen no es indebidamente restrictivo.

Hasta ahora el debate se libra según las líneas partidarias: demócratas son los defensores de la legislación y los republicanos, los enemigos. Los requisitos que la Federal Communications Commission impuso a AT&T como condición para la compra de SBC Communications representan una importante victoria política para los que promueven la legislación. Luego de que uno de los cinco miembros de la comisión se retiró del procedimiento, los dos demócratas del grupo obligaron a las compañías a aceptar una moratoria de dos años para ofrecer cualquier servicio que “privilegie, degrade o priorice cualquier paquete” transmitido a través de su servicio de banda ancha.

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