Una nueva campaña publicitaria lleva el eslogan: el e-mail vuelve a ser bueno. La campaña gira alrededor de la promesa que los mensajes de correo electrónicos que se reciban en la casilla será única y exclusivamente los que usted necesita para operar su negocio o realizar su trabajo. El spam, dice, habrá desaparecido. No llegará nada que moleste o fastidie, nada que uno no quiera.
La campaña es la primera creada por una agencia de San Francisco llamada Eleven for MailFrontier, una compañía que se especializa en seguridad de mensajes para anunciantes. Tiene un presupuesto calculado en más de US$ 1 millón y usa mucho espacio en blanco para dar a entender que trabajar con MailFrontier significará que nada malo llegará por e-mail.
Utiliza cortos en televisión, avisos en medios gráficos, carteleras en vía pública y explicaciones en el sitio web de la compañía (mailfrontier.com). También utiliza elementos no tradicionales como calcomanías con las principales promesas contra el spam.
Una nueva campaña publicitaria lleva el eslogan: el e-mail vuelve a ser bueno. La campaña gira alrededor de la promesa que los mensajes de correo electrónicos que se reciban en la casilla será única y exclusivamente los que usted necesita para operar su negocio o realizar su trabajo. El spam, dice, habrá desaparecido. No llegará nada que moleste o fastidie, nada que uno no quiera.
La campaña es la primera creada por una agencia de San Francisco llamada Eleven for MailFrontier, una compañía que se especializa en seguridad de mensajes para anunciantes. Tiene un presupuesto calculado en más de US$ 1 millón y usa mucho espacio en blanco para dar a entender que trabajar con MailFrontier significará que nada malo llegará por e-mail.
Utiliza cortos en televisión, avisos en medios gráficos, carteleras en vía pública y explicaciones en el sitio web de la compañía (mailfrontier.com). También utiliza elementos no tradicionales como calcomanías con las principales promesas contra el spam.