<p>C.K. Prahalad, profesor de estrategia corporativa de la Ross School of Business (Universidad de Michigan) publica en <em>Strategy & Business</em> junto a Hrishikesh (Hrishi) Bhattacharyya (profesor de la London Business School) un artículo titulado "Twenty Hubs and No HQ". En esencia, describen allí una nueva forma de organización global para que las grandes empresas sean más rentables en todo el mundo. </p>
<p>En apretada síntesis, el planteo es como sigue:</p>
<p>Las perspectivas de crecimiento para las empresas multinacionales (MCD pos sus siglas en inglés) se están expandiendo notablemente. En Asia, América latina, África y Europa oriental hay más de 4.000 millones de clientes potenciales con ingresos crecientes y aspiraciones. Eso ha creado un mercado sin precedentes para todo tipo de bienes y servicios. </p>
<p>Los líderes de las grandes empresas deberían dejar de pensar en esos países como "mercados emergentes" o sea, mercados diferentes y separados de sus clientes actuales. Las empresas deben reorganizar sus operaciones para atender a una economía plenamente global.</p>
<p>¿Qué es lo que hay que cambiar? Actualmente, el centro de gravedad de muchas grandes empresas sigue estando en América del norte y Europa. Allí es donde están ubicadas tres cuartas partes de sus activos y donde crecieron 88 de cada 100 altos ejecutivos. Ejecutivos que vivieron su vida en países desarrollados y que se relacionan con gente parecida a ellos. </p>
<p>La reorganización debería comenzar con 20 países sirviendo como "portales de entrada" para las regiones cercanas a cada uno. Podrían extraer capital, talento y recursos de esos países portales y las empresas establecerían allí "<em>hubs</em>" (núcleos) corporativos: oficinas con suficientes capacidades en marketing, manufactura y logística para mantener una presencia fuerte en todos los mercados de esa región. Esos <em>hubs</em> luego integrarían una red global para distinguir a la compañía de sus competidores en todo el mundo.</p>
<p>Con ese tipo de organización, sólo 20 oficinas-base podrían atender las necesidades de todos los países del mundo. Establecerían redes que conecten las funciones de manufactura, investigación y desarrollo y logística. Todas esas compañías, además de estar enraizadas en sus países de origen, también crearían una corriente global de alta gerencia entre esos 20 hubs.</p>
<p>Ninguna empresa está organizada todavía de esta manera, pero los autores creen que hay razones para creer que lo harán en el futuro.</p>
<p>Actualmente, las empresas que desean globalizarse optan por alguna de estas dos formas: centralización o descentralización. Las que se descentralizan se configuran con una oficina central, cuatro o cinco oficinas regionales y distintos gerentes para cada país. Ellos toman la mayoría de las decisiones y a menudo adaptan los productos y servicios a las necesidades de la población. Esto genera burocracia y complejidad. <br />
Otras centralizan. Buscan un procedimiento unificado para todos los mercados del mundo. Pero la centralización también es problemática porque la empresa no responde a las necesidades específicas de mercados locales y pierde valiosas oportunidades. </p>
<p>La estructura de <em>hub </em>y portales representa una tercera alternativa: un híbrido que reduce la tensión entre la integración global y la respuesta local. </p>
<p>Los autores sugieren cuáles son, según su criterio, los países con más perspectivas de ser portales de acceso. En el mundo desarrollado: Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia, España, Canadá, Australia y los Países Bajos. Desde ellos, será posible brindar productos y servicios a todos los demás países del mundo industrializado. </p>
<p>En el mundo en desarrollo, otros diez países: China, India, Brasil, Rusia, México, Corea del sur, Indonesia, Turquía, Sudáfrica y Tailandia, representan 3.100 millones de personas (70% de la población y 80% del poderío económico del mundo en vías de desarrollo). Esos 10 países tienen varias cualidades que los hacen valiosos como portales de entrada a la región que los circunda. Tienen un gran mercado actual para bienes y servicios y un potencial de mercado mucho mayor. Además están bien equipados como productores de bienes, con calidad e innovación capaz de competir con, o superar, los de las naciones occidentales. Tienen trabajadores disponibles, altamente capacitados y a bajo costo. Pueden brindar a las firmas globales una infraestructura de logística y educativa razonablemente bien equipada: caminos, puertos, energía y escuelas. También tienen una emergente infraestructura institucional (leyes y regulaciones) y una disposición de la sociedad a ser parte de la regulación y el comercio internacional. Muchos de esos países están equipados también con una buena base de investigación y desarrollo, manufactura y actividades administrativas. Finalmente, cada país-portal está naturalmente alineado con sus naciones circundantes.</p>
<p>Juntos, esos 20 países – 10 del mundo industrializado y 10 de los mercados emergentes – representan alrededor de 80% de la actividad económica mundial y 70% de sus 6.600 millones de habitantes.</p>
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Prahalad propone una tercera alternativa para la globalización de empresas
Se trata de una estructura en la que se instalan hubs o núcleos en 20 países que serían portales de entrada a las regiones que los circundan. Un híbrido que, dice, reduciría la tensión entre integración global y respuesta local.